Este fin de semana vi dos películas que me dejaron pensando la enormidad que representan los hijos en nuestras vidas y lo poco que nos damos cuenta de eso hasta que algo importante sucede
Nos educaron a ser “súper hombres y mujeres” a buscar siempre más, a la excelencia, el éxito y todas esas palabras tan emocionantes, pero nadie nos enseñó a detenernos
Oigan…pues ¡sobrevivimos a la temporada de premios cinematográficos y todo el tren de emociones, y situaciones, al que ROMA nos llevó
Vivir, trabajar, ser papás y aspirar a tantita vida personal en esta ciudad y no morir en el intento, es una proeza por la que deberíamos de recibir una gratificación especial en efectivo cada mes ¿no les parece?
Lo digo porque últimamente me cacho tristeando un poco y pensando lo tremendo que es que los hijos crezcan
Apenas vamos empezando el año y yo ya estoy agotada. ¿Ustedes?
“Creo que nadie llega a los 40 sin que la vida se haya encargado de darle sus buenas sacudidas para dejar claro que absolutamente todo se mueve constantemente”
Siempre que piensas que ya entendiste cómo va, la vida te da una revolcada y te recuerda que nada, es. Que la gente y las cosas cambian y que, absolutamente todo, es incierto permanentemente.
Esta semana mi psicólogo me dijo “te la pasas apagando incendios ajenos pero … ¿quién apaga los tuyos?”
Esta enferma costumbre que tenemos, todos, de postear sin cesar todo lo que hacemos, lo que comemos, lo que nos ponemos, me está empezando a dar una hueva infinita ¿a ustedes no?