Salud
Por: Andrea Pieck
Conoce los problemas más comunes que pasan en los pies y cómo afectan tu salud. ¡No te conviene dejarlos pasar!
Nuestros pies son, seguramente, una de las partes menos estéticas del cuerpo, pero son también casi mágicos. ¿Te has puesto a pensar que son capaces de cargar tu peso en movimiento todos los días? Incluyendo los kilitos extra y aun así te llevan de aquí para allá sin chistar. Pero también se enferman, y no te conviene dejar pasar eso. Te contamos los problemas más comunes que pasan en los pies.
Los pies tienen 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 músculos, ligamentos y tendones hechos de fibras muy fuertes para mantener juntas todas sus partes móviles. Pero todo este esfuerzo no viene sin consecuencias: son la parte de tu cuerpo que tiene mayor riesgo de lesiones.
Algunos de los problemas más frecuentes de los pies son por no cuidarlos, por usar zapatos apretados o mal hechos, o por puro desgaste. La mayoría de los problemas son causados o se agravan por usar zapatos que los ponen en una postura antinatural. Estos son los problemas más comunes que pasan en los pies y qué puedes hacer para prevenirlos y curarlos.
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A todos les encantan los lugares oscuros, calientitos y húmedos, pero hay hongos de todos los tipos:
Es el más común y afecta los dedos y las plantas de los pies. Provoca inflamación y descamación y se puede contagiar a otras partes del cuerpo o a otras personas por el suelo, toallas, tapetes, etc. (sí, que asco). Se trata con cremas, sprays y talcos que no necesitan receta médica. Puedes prevenirlo cambiando tus calcetines y zapatos frecuentemente, manteniéndolos secos, y evitando estar descalzo en lugares públicos.
Estos también son súper comunes, pero todavía más latosos. Se instalan entre la uña y la piel debido a zapatos incómodos, un mal pedicure o traumatismos por deportes. Si sufres de ellos necesitarás ir al doctor para que te recete un tratamiento más fuerte para eliminarlos; la mala noticia es que aunque este sea efectivo, los hongos pueden regresar y volverse crónicos.
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Cortar mal las uñas y usar zapatos angostos son algunas de las causas más comunes de que los bordes de las uñas se entierren en la piel y causen dolor, inflamación, y en ocasiones, infección. Lo más sencillo para evitarlo es cortar las uñas siempre de forma recta (sin quitar las esquinas) y no muy cortas.
Cuando se te empieza a enterrar una uña se aconseja poner tu pie en agua caliente 15 minutos varias veces al día y tratar de poner un algodón entre la uña y la piel para que empiece a crecer más recta. Ve con un podólogo a que la desentierre y te recete antibiótico en caso de que el problema sea más grave.
Generalmente, se forman por zapatos apretados o incómodos, pero hay de callos a callos y las ampollas, pues, namás acuérdate lo que se siente caminar horas con unos tenis que te rozan.
Las ampollas es mejor cubrirlas con un parche y dejar que “exploten” solas para después poner antibiótico untado y evitar que se infecten. En el caso de los callos lo mejor es limarlos después de que estén en agua tibia y humectarlos para quitar la incomodidad.
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Existen varios tipos de deformidades, las más comunes son en garra, martillo y mazo. Cuando los dedos se engarrotan hacia abajo en diferentes posiciones o tienen alguna inclinación extraña, es probable que se sufra de alguno de estos males. La causa puede ser congénita o, la más común, se enchuecan por usar zapatos apretados o que obligan al pie a estar en una postura antinatural.
El tratamiento depende de su tipo y gravedad, y podría ser hasta quirúrgico. Se puede prevenir que se agraven estirando los dedos para arriba y para abajo varias veces al día, usando zapatos cómodos y poniendo plantillas.
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Un juanete es una protuberancia ósea en la base de la articulación del dedo gordo del pie, que provoca que el dedo se gire también en dirección a los demás dedos. Pueden ser congénitos, causados por artritis, traumatismos o uso de zapatos con punta muy estrecha. Cualquiera que sea el caso, usar zapatos apretados o con tacón empeora el problema.
El tratamiento normalmente consiste en usar plantillas acolchadas, analgésicos y zapatos más anchos; solo que, si las molestias no se controlan, puedes llegar a necesitar una cirugía para regresar el dedo gordo a su posición normal.
Es la causa más común de dolor en la base del talón y sucede cuando el ligamento que sostiene el arco del pie se inflama. No tiene síntomas físicos, únicamente dolor y tensión en el pie, y es provocado por fatiga; es un mal que se ve mucho en corredores y practicantes de otras disciplinas, aunque todos tenemos riesgo de padecerlo. La forma más fácil de disminuirlo es haciendo estiramientos y aplicando compresas frías.
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