chumel torres

Medios obsoletos

“¿Comunicador? No gracias. Yo soy profeta del internet”

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Chumel Torres colaboró en la sección “No soporto” de moi febrero y esto es lo que dijo sobre TODO lo que no soporta:

Programas de oso
Hoy se vive un fenómeno exraño, todos estamos consumiendo contenido, todos, todo el tiempo. Tenemos acceso ilimitado de programas, anuncios, revistas, televisión, radio, cine, etc. Y dentro de ese universo de posibilidades quedan muy pocas que realmente valen la pena. Te apuesto que más de una vez te has sorprendido desayunando de un plato de pasta calentada en el microondas viendo Sabadazo y dices con cierto oso ¿qué diablos estoy viendo?

¿Malinchista?, pues sí
Es muy triste que estemos a añññññños luz de tener medios de comunicación con la calidad y manufactura de otros países, no quisiera sonar malinchista, pero si prendo la tele y está Guerra de Chistes considérenme el amante número uno de Hernán Cortés.

Ni comunicador, ni millenial
No me considero un comunicador. Sí, digo muchas cosas los lunes y los jueves en El Pulso de la República, pero cada vez que alguien me dice que me considera un comunicador de los temidos millennials me le quedo viendo y pienso: a ver, tengo un vblog de noticias donde puedo decir lo que yo quiera, como yo quiera y nadie me corrige un guión o dirección, nadie se preocupa si la producción se ve chafa, o si traigo o no la peluca bien peinada cuando imito a Elba Esther, y eso es justo lo que me separa de los comunicadores.

Ciudadano de internet
Lo bueno es que la poca y chafa oferta de los medios tradicionales de comunicación ha sido arrasada por el internet: una galaxia temida llena de memes, información y personas haciendo de él su paraíso, un paraíso en donde chicas de 22 años son el Rey Midas de la comunicación y en donde hordas de niñas (y no tan niñas) siguen sus consejos como a un mesías predicando desde un púlpito de pixeles. En este ancho mundo radico yo.

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Cero interés por los bebés feos
Cuando surgió El Pulso de la República mandé correos a todos los periódicos, “buenas tardes, mi nombre es Chumel Torres, tengo un proyecto que quizá les puede interesar…” silencio. Segundo mail, venga, Chumis, nada. Nadie quería a mi bebé, me lo despreciaban apenas tocaba la puerta. Entonces dije chinguesumadre y lo lancé así. Algunos lo amaban (mis tías de Chihuahua) otros lo odiaban (todos los demás) pero yo seguí viendo a este niñito feo con muchísimo cariño.

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Una cámara y muchos huevos
A diferencia de los medios convencionales. Tengo una productora que hace contenido independiente (Máquina 501) y cree en los bebés feos. Porque cuando nadie te abre la puerta, tienes que tomar un marro y abrirte una en la pared. Ese es el gran pecado de los medios nacionales que sufren cada vez menos audiencias, nos dieron programas terribles (Big Brother) y luego, años después, nos lo volvieron a dar (Big Brother: El Imperio Contraataca) pero ese tema es algo que nos importa muy poco en este valle de leche y miel que es el internet, en donde la mejor idea gana, en donde solo necesitas una cámara, muchos huevos y mucho corazón para decir lo que quieres.

 

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