Salud mental
Por: Berenice Villatoro
Validarte es encontrar una salida siempre, por eso debes saber qué hacer si sientes que eres una mamá infeliz
Ser mamá puede ser lo más hermoso del mundo… y también lo más solitario, frustrante y agotador. Sí, lo dijimos. Porque aunque nadie lo cuente en voz alta, muchas mujeres se despiertan un día sintiendo que algo no cuadra. Que la maternidad no se siente como en las fotos de Instagram, que hay días en los que solo quieren desaparecer cinco minutos (o cinco días), y que ser mamá feliz parece una utopía. Si tú también te has preguntado “¿por qué me siento así?” o has pensado “esto no era lo que imaginé”, no estás sola. Aquí te decimos qué hacer cuando la culpa y el cansancio te rebasan… y cómo empezar a reencontrarte contigo misma. Checa qué hacer si sientes que eres una mamá infeliz.
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Cuidar la salud mental no es un lujo si eres mamá, es una necesidad vital, y es que cuando te sientes bien emocionalmente, todo a tu alrededor funciona mejor. Cosas como la paciencia crece, tu capacidad de amar se expande, y puedes enfrentar los retos diarios con más claridad y fuerza.
La maternidad está llena de momentos hermosos, pero también de presión, culpa, agotamiento y dudas constantes, por eso, ignorar lo que se siente por dentro solo acumula desgaste. Al final, una mamá que se escucha, se atiende y se respeta, también está enseñando a sus hijos a hacer lo mismo.
Si de alguna forma sientes que algo no marcha bien, no dudes en hablar con un especialista, porque la terapia puede ayudarte a ver la luz al final del túnel.
Aceptar que te sientes infeliz es el primer paso. Según la psicología cognitiva, negar lo que sentimos solo intensifica el malestar. Date permiso de sentir y de nombrar lo que te pasa: tristeza, frustración, soledad, cansancio, lo que sea. Validarte es sanar.
Hablar de lo que sentimos reduce la intensidad del malestar emocional, por eso debes buscarsss a una amiga, tu pareja o una terapeuta. No estás sola, y ponerle voz a tus pensamientos puede liberar muchísimo.
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Un terapeuta puede ayudarte a identificar qué te está afectando, y darte herramientas para manejarlo. Las mamás también necesitan contención, así que no veas a la terapia como señal de debilidad.
Sentirte parte de una tribu, aunque sea virtual, puede darte perspectiva y alivio. Compartir historias reales, dudas y tropiezos normaliza lo que estás viviendo y reduce el sentimiento de aislamiento.
Estudios en neurociencia y psicología del desarrollo indican que la maternidad no borra tu identidad, aunque a veces lo parezca. No eres solo mamá, eres una mujer completa que está atravesando una etapa exigente, y mereces amor, tiempo, ayuda y descanso.
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Por: Berenice Villatoro