Amor y parejas
Por: Sofía Leviaguirre
Los cuatro jinetes del apocalipsis pueden matar tu relación. Te contamos qué son y cómo detectarlos en tu relación.
Si sientes que tu relación está muriendo leeento, el psicólogo Jaime Gama tiene la solución. El modelo de los cuatro jinetes del Apocalipsis ayuda a identificar las dinámicas en tu relación que necesitas arreglar, y puede ayudarte salvar en el amorsss. ¡Mucho ojo a las peleas que están matando tu relación!
El concepto de los cuatro jinetes del Apocalipsis fue idea original del psicólogo especialista en relaciones, John Gottman, pero lo adoptaron terapeutas en todo el mundo. Es una de las formas más precisas de predecir el fin de una relación, y puede anticipar la ruptura con hasta un 90% de certeza.
La buena noticia es que cada jinete tiene un remedio. Identificarlos a tiempo puede significar la diferencia entre una ruptura definitiva y la oportunidad de construir un vínculo más sano.
El primer jinete aparece cuando dejamos de hablar de conductas específicas y empezamos a atacar a la persona. No es lo mismo decir: “Me molesta que no laves los trastes” que “Eres un flojo, nunca haces nada”. El problema es que la crítica personal lastima y provoca rechazo inmediato.
El antídoto: expresar necesidades en primera persona, con frases claras y sin juicios. Un “Me gustaría que me ayudes con la cocina” abre el diálogo en lugar de cerrarlo.
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Considerado el más letal de los jinetes, el desdén aparece en forma de burlas, sarcasmos o imitaciones crueles. Básicamente, es decirle a tu pareja “no te respeto”. Varios estudios lo señalan como el predictor número uno del divorcio, porque desgarra la base de cualquier relación.
El antídoto: cultivar la gratitud y la empatía. Reconocer las cualidades del otro, agradecer los pequeños gestos y expresar aprecio de manera consciente es un escudo poderoso contra el veneno del desprecio.
Cuando la crítica golpea, la reacción inmediata suele ser justificarse, excusarse o incluso hacerse la víctima. Pero esto solo termina en culpas cruzadas y un conflicto que se hace cada vez más difícil de resolver, porque ambos se encierran en su propio punto de vista.
El antídoto: asumir la responsabilidad, aunque sea parcial. Un simple “Tienes razón, pude haberlo hecho distinto” desactiva la espiral de acusaciones.
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El cuarto jinete aparece cuando uno de los dos se desconecta por completo. Cuando guardas silencio, cambias de tema o te sumerges en el celular para evitar el diálogo. Generalmente, ocurre cuando la tensión de los tres jinetes anteriores es tan alta que la persona se siente emocionalmente abrumada. Pero ese muro de piedra deja al otro hablando con un vacío doloroso.
El antídoto: hacer pausas conscientes. Reconocer el agobio y proponer retomar la conversación más tarde, cuando ambos estén más calmados. Así permiten que la comunicación fluya en vez de cerrarse.
En palabras de Jaime Gama, no se trata de nunca discutir, sino de aprender a hacerlo de manera constructiva. Identificar a los jinetes, aplicar sus antídotos y recordar que detrás del conflicto hay amor puede ser la clave para detener el Apocalipsis en la relación y abrir espacio a una conexión más profunda, respetuosa y duradera.
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Por: Sofía Leviaguirre
