Salud mental
Por: Mariel Arizmendi
Cerrar la puerta para irte a dormir no es una simple costumbre, es un hábito que revela muchas cosas sobre tu personalidad
Un simple acto como cerrar la puerta antes de ir a dormir, es algo que revela rasgos cañones de la personalidad y de cómo nos relacionamos con el mundo y con nosotros mismos. Según la psicología, cerrar la puerta al dormir es algo que va más allá de una simple rutina… Así que cierras la puerta para dormir, te contamos qué significa.
De acuerdo con la Organización de Ciencias de la Seguridad, más del 60% de personas cierra la puerta para dormir. De hecho, hay personas que no pueden dormir si no tienen la puerta cerrada, y esto más que ser por un acto de costumbre, es algo que habla sobre la personalidad de cada quién.
La puedes cerrar por luz, por ruido, por frío, pero en general, si lo haces todas las noches y consideras que es importantísimo para poder descansar bien, significa que tienes una profunda necesidad de privacidad y seguridad en tu vida. Para la psicología, cerrar la puerta antes de dormir es un acto que va mucho más allá de las razones obvias.
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Cerrar la puerta es como crear una barrera psicológica y física que te proporciona una sensación de seguridad y protección. Con tantos estímulos a los que estamos expuestos en el día, este acto te permite sentirte en tu propio refugio personal, en donde tienes el control total. No se trata de tener miedo, sino de la necesidad instintiva de sentirte resguardado y en paz para poder descansar.
Cuando cierras la puerta para ir a dormir limitas las distracciones y se vuelve un espacio que reduce la ansiedad y el estrés, lo que te permite dormir mejor. Es una señal de que priorizas tu bienestar mental y físico, entendiendo que un sueño reparador es importante para mantener tu salud.
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Cuando hablamos de soledad, no hablamos de alejarte y aislarte de todos, sino de crear un espacio exclusivo y cerrado en el que disfrutas de los momentos a solas, usándolos para conectar contigo mismo y recargar energías después de un día pesado.
Esta acción también se relaciona mucho con la introversión. Es algo muy común entre estas personas porque encuentran en su espacio privado la tranquilidad necesaria para procesar sus pensamientos y emociones.
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Marcar tu territorio al cerrar la puerta es una forma de poner límites claros para los demás. Es decir, este es mi espacio y aquí no entra nadie. Y dentro de ese espacio privado, tienes la libertad de ser y actuar como quieras, de soltar las responsabilidades y los roles que cumples durante el día. Es el lugar en donde puedes ser completamente genuino.
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