Salud mental
Por: Erick Pinedo
¿Has oído hablar de la ashwagandha? Aquí te contamos qué es, sus beneficios y cómo puede ayudarte con el estrés, la ansiedad y el insomnio.
Si sientes que todo te rebasa, no puedes dormir, traes la ansiedad a tope y te urge algo (lo que sea) que te devuelva tantita paz… Ashwagandha in da houseee. Esta raíz milenaria de nombre impronunciable está arrasando por ser la nueva joya antiestrés del mundo mundial. Aquí te vamos a contar qué es la Ashwagandha, cómo se toma, por qué todos la aman y si de verdad vale la pena echarle un ojo… o una cápsula.
La ashwagandha (Withania somnifera) es una planta medicinal que se usa desde hace siglos en la medicina tradicional ayurvédica. Se le conoce también como ginseng indio o cereza de invierno, y ha ganado popularidad en suplementos alimenticios gracias a sus posibles efectos en el manejo del estrés, la ansiedad, el insomnio y otros temas de salud.
Esta hierbita se suele tomar como extracto de raíz o en polvo con hojas —como cualquier té—, y trae beneficios ES-PEC-TA-CU-LA-RES: duermes mejor, bajas el cortisol (hola, paz mental) y te ayuda a bajarle tres rayitas a la ansiedad y el estrés. Eso sí, no todo es para todos, así que antes de tomarla POR FAVOR consulta a un especialista de la salud para saber si es buena idea tomarla, porque sea natural significa no tiene efectos.
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Estudios respaldados por la Oficina de Suplementos Dietéticos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) dice esta planta puede tener múltiples efectos positivos en la salud. Aquí te van los principales:
La razón por la que medio mundo está obsesionado con la ashwagandha es que sí ayuda a calmar la mente. En dosis de 500 a 600 mg diarios durante unas 6 a 8 semanas, puede reducir el cortisol (la hormona del caos mental) y mejorar esa sensación de fatiga y saturación que te da cuando ya no puedes con tu existencia. Literal, trae paz.
¿Te desvelas con la cabeza dando vueltas? Hay esperanza: estudios encontraron que, tras ocho semanas de uso, las personas dormían más rápido, se despertaban menos y descansaban mejor. Ya sabes, ese sueño delicioso que no has tenido desde hace años.
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También se ha visto que mejora la memoria, la concentración y el rendimiento físico, sobre todo si la combinas con ejercicio. Es el boost mental que necesitas si andas como zombi o no das una en tus juntas de Zoom.
No lo queríamos decir, pero… la ashwagandha puede aumentar la testosterona en hombres y mejorar la calidad del esperma. ¿Qué tal? Obvio, aún falta más research, pero ahí está el dato.
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Sí, la ashwagandha parece segura si la tomas en dosis recomendadas y por un periodo corto (máximo tres meses). Pero como todo en la vida, no es para todos. Se han reportado efectos leves como sueñito extremo, revoltura estomacal y boca seca. Nada del otro mundo, pero igual ojo.
Cero se vale usarla si estás embarazada, lactando o si tienes cáncer sensible a hormonas. Tampoco la mezcles así como así con medicamentos para tiroides, presión, ansiedad o inmunosupresores. En serio, checa con tu doctor antes de empezar a tomarla.
Dicho esto, si lo que buscas es traer paz mental, dormir sin drama y dejar de vivir con el cortisol en las nubes, esta joya puede ser tu nueva mejor amiga. Solo recuerda: no es mágica, no es medicina, ni sustituye la terapia. Pero puede darte ese empujoncito que tanto le urgen a los niveles de estrés de todo el mundo.
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