Productos milagro ¿mito o realidad?

Para bajar de peso se necesita crear hábitos de alimentación que permanezcan a largo plazo. Aquí los métodos milagrosos más comunes.

En la actualidad encontramos en el mercado una gran cantidad de productos para perder peso, lo que la mayoría ofrece es perder tres a cuatro kilos a la semana sin esfuerzo, y que con solo tomarlo o usarlo puedes olvidarte de hacer ejercicio, de alimentarte adecuadamente y de cualquier otro hábito saludable. Seguramente has sabido de alguien o incluso tú mismo los has probado y te habrás dado cuenta de que tal vez funcionan en un principio, pero su efecto NO es permanente ya que no te ayudaron a crear hábitos saludables y por consecuencia, una vez que los abandonas los kilos regresan.

Aquí enlistamos varios ejemplos de productos o dietas milagro:

 

Carnitina. Contribuye a “quemar” grasas, se encuentra en las proteínas de origen animal como la leche, el pollo y la carne, en forma natural. Numerosos estudios demuestran que el efecto de la carnitina para adelgazar es prácticamente nulo, por lo tanto, una dieta equilibrada combinada con ejercicio tiene mejores efectos que la carnitina por sí misma.

 

Geles, fajas o vendas. Sabemos que existe una gran variedad de estos productos que prometen una pérdida de grasa en una zona específica, esto se logra a través de calor y deshidratación de la zona. ¡Ojo! la grasa no se derrite ni podemos sudarla, lo que se pierde con este tipo de métodos es agua y se recupera con el paso de las horas o en un par de días. Si esta teoría fuera cierta, sería más fácil exponernos al calor del sol y perder peso. No te dejes llevar por este tipo de productos.

 

Pastillas e inyecciones naturales. Debes considerar que “natural” no es sinónimo de “inofensivo o saludable” existen plantas venenosas y con efectos secundarios muy perjudiciales. Así que antes de consumir alguna pastilla o recibir inyecciones de plantas “naturales” primero hay que ver los efectos secundarios que tienen. Si decides tomarlas debería ser un especialista el que te los administre y esté monitoreando tus avances y no poner en riesgo tu salud.

 

Dieta alta en proteína y grasa, libre de carbohidratos. Mejor conocida como la dieta Atkins, de la Zona y sus muchas variantes. Son dietas que utilizan a la grasa como fuente de energía, el problema es que al no consumir carbohidratos el cerebro se queda sin combustible, lo que puede tener efectos fatales para la persona, además de incrementar el colesterol, triglicéridos y la presión arterial. Son dietas con resultados rápidos, pero muy riesgosas para la salud; además, en el momento que retomas tu alimentación habitual, el rebote será muy notorio.

Dietas de caldos, jugos y altas en fibra. Estas dietas son muy bajas o no contienen proteína y grasa, lo que ocasiona una pérdida de agua corporal y masa muscular, su efecto de rebote al retomar la dieta habitual es inevitable, ya que se recupera el agua y los kilos. Son dietas que no podrás llevar por más de tres días pues su contenido calórico es extremadamente bajo y te sentirás agotado.

 

Medicamentos y métodos quirúrgicos. Estos son los únicos métodos que se han aprobado por organizaciones internacionales para la reducción de peso pero deberá estar supervisado por un médico, quien es el único que tiene la facultad para prescribirlo bajo una serie de procedimientos y evaluaciones clínicas. El punto de partida para asegurar el éxito de estos tratamientos, es como en toda dieta, crear hábitos de alimentación que permanezcan a largo plazo. Antes de tomar una decisión deberán conocer y considerar los efectos secundarios de estos tratamientos.

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