Variedat
Por: Erick Pinedo
Te decimos cómo saber si eres un buen papá, con todas las señales de una paternidad activa y real. ¿Eres un papá presente o andas en modo fantasma? Aquí la neta.
Ser papá ya no es como antes. Hoy no basta con “proveer” o “estar en la casa”. Hoy ser un buen papá es estar, sentir y participar. Si te lo tomas en serio, te vas a ver reflejado aquí. Si no… chance es momento de apretarte los tornillos. ¿Listo para saber si eres un papá presente? Aquí van las señales de una paternidad activa que sí vale.
Si todavía andas diciendo “yo le ayudo a mi esposa con los niños”, amárrate esa lengua. Un papá presente no ayuda: se hace responsable, y punto. Participas del baño, de la tarea, de la ida al súper y del drama de “no me quiero dormir”. Según la Guía de Paternidad Activa de UNICEF, esto fortalece la conexión emocional con tus hijos y les da seguridad.
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Estar, pero bien presente: sin el cel, sin la tele de fondo, sin decir “sí, ajá” mientras piensas en el fut. Escuchar activamente, abrazar, jugar, contestar sus preguntas raras. No darás crédito de cómo mejora su autoestima cuando sienten que sí los ves, como lo explica este artículo de Clínica Alemana.
Un papá presente no le tiene miedo a las emociones. Enseñas que llorar, sentir, hablar de lo que te pasa, es de humanos. Y eso vale oro en un mundo que sigue queriendo hombres duros y mudos. Los niños que ven modelos masculinos emocionales desarrollan más empatía y tolerancia, según estudios de la Universidad de Cambridge.
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Tú también lavas trastes, doblas ropa y haces loncheras. Porque eso es corresponsabilidad. Ser papá presente es dejar de delegar la crianza como si fuera un casting que perdiste. UNICEF lo pone clarito: la paternidad activa cambia familias, comunidades y el futuro.
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Según Mustela México, los niños con papás involucrados tienen:
Y tú, papá, ganas un vínculo que ni Mastercard. La satisfacción de ver crecer a tus hijos sabiendo que estuviste ahí en TODAS.
No se trata de ser perfecto, sino de estar. De construir recuerdos, no solo pagar cuentas. De cambiar el chip, dejarte enseñar por tus hijos y amar sin miedo. Si estás en este trip, te abrazamos fuerte. Si no, ya estuvo bueno, es momento de ponerte las pilas. Ser un papá presente no es una moda, es una necesidattt.
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Por: Erick Pinedo