¿Pooor?
Por: Berenice Villatoro
Estamos por celebrar a los más pequeños de la casa, pero, ¿te acuerdas de estas 10 cosas que creías de niño y te hacían feliz?
En México este 30 de abril se celebra el día de todos los pequeños de la casa, por eso decidimos repasar las 10 cosas que creías de niño y te hacían feliz.
Sabemos que no todos crecimos de la misma forma, y claro que para algunos esto no ocurrió así como lo explicamos, pero para otros más sí, por eso nos divertimos mucho al hacer esta lista.
Ser niño es vivir con el corazón abierto, creer que todo es posible y que el mundo está lleno de magia escondida en los rincones más simples: una caja vacía, una nube con forma rara, una canción inventada.
Es pensar que puedes volar con una capa de toalla o que un abrazo lo cura todo, por eso, celebremos juntos el Día del Niño, reviviendo nuestros recuerdos.
Claramente era un juego, pero la verdad es que en ocasiones creíamos que todo lo que se decía o lo que nos inventábamos era real. Tal vez sea bueno que conectemos con los niños que éramos y empezar a confiar.
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Ver un arcoíris era sinónimo de aventura. Muchos hasta planeamos cómo llegar al final para encontrar el tesoro, porque se veía tan cerca que pensábamos que en una hora de camino lo encontraríamos.
No te hagas, te la podías pasar horas cerrando lentamente la puerta del refrigerador para intentar ver cómo se apagaba, según tú como magia, la luz de adentro.
Esto es obviamente la razón por la que Toy Story comenzó a existir, porque miles de niños en el mundo, durante décadas, llegaron a pensar que sus juguetes podrían cobrar vida. Claramente tratabas de ocultarte para que no te vieran y así descubrirlos platicando entre ellos, aunque la realidad es que nadie logró ser tan veloz.
Otro momento de infarto que todos tuvimos, y que honestamente nos hizo felices, fue dejarle galletas o leche a ese hombre tan amoroso que nos dejaba regalos abajo del árbol. Ahora, seguramente, sigues viviendo esta tradición junto a tus hijos o sobrinos, y es que es algo en lo que creíamos que vale la pena seguir teniendo en casa.
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Nos caíamos, llorábamos, y bastaba un abrazo de mamá o papá para que todo volviera a estar bien. Y en ese momento, la felicidad regresaba como por arte de magia.
Aunque no lo creas, alguien del equipo de Revista Moi tenía a un “primo” que juraba que todo lo que comía en la tienda no tenía costo, lo que no sabía, o no quería saber era que su mamá lo pagaba. Generalmente los niños muy pequeños, creen cosas que hoy ni en sueños pensaríamos, por eso te recomendamos que si tienes chiquillos en casa, los dejes soñar, al final va a crecer y se dará cuenta.
Esto, todavía lo creemos muchos, pero de niños hacíamos listas para los Reyes, cerrábamos los ojos en nuestro cumpleaños o soplábamos pestañas caídas creyendo que los deseos funcionaban de verdad.
Esta es una de las cosas más lindas de ser niño, pensar que tus abuelitos o los papás lo saben absolutamente todo. De niños, creíamos que todos los mayores eran verdaderas enciclopedias humanas, y confiar en ellos nos daba una seguridad feliz y total.
Armados con una pala de plástico en el jardín, pasábamos horas convencidos de que si seguíamos excavando… apareceríamos en otro continente.
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Por: Berenice Villatoro
