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Master moi

¿Tus papás son tu destino?

¿Será cierto que los papás dañan la autoimagen?

Aura Medina de Wit

Puedo pasarme el día contando historias de personas que vienen a terapia, llenas de vergüenza, de culpas, con una autoestima por los suelos, intentando salir de una depresión. ¿Cómo empezó esto? ¿Nacimos así? ¡No! Nuestra dañada autoimagen se alimentó de nuestro entorno. Las personas que nos rodeaban, especialmente los papás, fueron los espejos rotos que nos reflejaron una imagen distorsionada de quien somos, plantando en nuestros tiernos inconscientes la semilla de eso en lo que poco a poco nos convertiríamos.

Muchas veces con la mejor de las intenciones, nuestros mayores nos impusieron sus estándares y sus valores. Nos llenaron de ideas, creencias, miedos y nos impusieron sus decretos y estos “infectaron” nuestra propia percepción. Los adultos en general debemos recordar que cada frase que digamos a los menores acerca de ellos o sus conductas son decretos.

TODAVÍA PUEDES HACER ALGO

Es vital que reconozcas que muchas de tus conductas nacen de las creencias que se formaron a partir de los decretos que escuchaste de niño y que hoy te tomas el tiempo de averiguar cuáles son estos condicionamientos negativos que limitan tu vida. Son como virus que infectaron nuestras mentes de niños y que hoy afectan áreas importantes de nuestra vida: relaciones de pareja, productividad, creatividad, sexualidad, apertura o confianza.

DECRETA ALGO BUENO

Ser más consciente de la forma en que usas las palabras ayudará a los niños a tener una autoestima sana. Acuérdate que también influyen en ellos esas cosas que dices en su presencia como si no te escucharan, como hablar mal del padre, comentar con otras personas los problemas de la hija o el hijo. Usa frases positivas y reales que alimenten la autoestima de los niños y apoyen su creatividad, desarrollo y la imagen que tienen de sí mismos. Frases como, “No llores, pareces niña”, “Eres un mentiroso”, “¿Por qué no puedes ser más como tu hermano?”, “Todos los hombres son malos”, “No te comas eso, niña”, entre muuuuchas otras, etiquetan a tus hijos, los hacen creer que son menos, que no valen; ellos creen que, por venir de sus papás, son verdades absolutas y los marcan de por vida.

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Psicoterapeuta especializada en la codependencia y las relaciones de pareja. Imparte conferencias y talleres. Es autora de dos libros: Amor ... ¿o codependencia? y Lo que ellos dicen sobre ellas