Salud mental
Por: Sofía Leviaguirre
Hoy te decimos cómo sobrevivir una plática informal y te damos ideas para empezarla, para que el small talk no te mate en esta temporada.
Lo único más incómodo que estar con en una reunión y no tener tema de conversación es que la conversación se sienta forzada. Por eso, hoy te decimos cómo sobrevivir una plática informal, para que el small talk no te mate en esta temporada.
Las pláticas informales en época de reuniones son tan incómodas como inevitables. En eventos de trabajo, reuniones familiares o fiestas de la temporada, el small talk es una práctica social que puede abrir la puerta a conexiones geniales. Peeero, para muchos puede resultar incómodo, agotador o simplemente poco natural. La buena noticia es que para sobrevivir a una plática informal no tienes que ser extrovertido, sino tener unas cuantas frases listas para romper el hielo.
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Puede parecer superficial, pero el small talk cumple una función social importantísima: ayuda a evaluar el ambiente, generar confianza y construir vínculos sin presión. No se trata de hablar de temas profundos, sino de crear un puente para conversaciones más interesantes. Entenderlo como una herramienta y no como una obligación es la clave para usarlo a tu favor.
El objetivo de una plática informal no es impresionar a nadie ni generar una conversación perfecta. Es simplemente conectar de forma ligera. Quitar esa presión te ayuda a relajarte.
Las preguntas que se responden con sí o no normalmente cortan la conversación. En cambio, las preguntas abiertas invitan a que la otra persona se exprese y te permiten encontrar puntos en común. En lugar de “¿Tienes hijos?” o “¿Te gustó el lugar?” prueba con “¿Cómo conoces al anfitrión?” o “¿Cuál fue la última película buena que viste?”
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Básicamente, lo único que tienes que hacer para sobrevivir a una plática informal es repetir lo que la otra persona te cuenta en forma de pregunta. Esto muestra interés y anima al otro a seguir hablando. Ahora, no abuses… no le vayas a repetir cosas como su nombre, pero sí cosas como “Trabajo en X” “¿En X? ¡Qué interesante! ¿Qué haces ahí?”
Sí, son incómodos, pero también son normales. No siempre son señal de que la conversación murió, a veces, solo es que la persona necesita un minuto para pensar. Si el silencio se vuelve demasiado largo, puedes redirigir la conversación o disculparte y buscar a alguien nuevo para platicar.
Si quieres terminar la conversación, puedes usar frases como: “Me dio gusto platicar contigo” o “Voy a ir por otra bebida pero seguimos en un rato”. Es una forma amable de cerrar sin quedar mal.
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Tener algunas frases preparadas puede ayudarte a iniciar una conversación sin sentirte incómodo. Aquí te dejamos algunos conversations starters que sí funcionan:
Sobrevivir al small talk se vuelve más sencillo cuando entiendes que no se trata de ser brillante, sino de mostrar interés genuino.
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Por: Sofía Leviaguirre