¡Se vale mentir!

No siempre es necesario decir la verdad. Soltar una mentirilla de vez en cuando está bien, el chiste es saber cuándo, cómo y para qué

Compartir

Asociamos la mentira con algo súper malo, pero a veces está bien decir una mentira piadosa. La mentira ha estado arraigada en la naturaleza humana desde el inicio de la vida, tan es así que mentimos para sobrevivir, y representa la primera oportunidad de aplicar nuestro libre albedrío verbal (desde que aprendemos a hablar, se nos ofrece en bandeja de plata el chance de no decir la verdad).

 

¿Pero por qué mentimos? 

Mentir requiere de una buena cantidad de inteligencia y tiene algunos beneficios psicológicos (como descarga emocional o parte de nuestro instinto de supervivencia). Además, lo hacemos…

  1. Para proteger: a nosotros mismos, y para evitar la vergüenza, nuestros intereses, nuestra imagen, nuestros recursos, a nuestros seres queridos.
  2. Por razones altruistas: mentiras piadosas a nuestros seres queridos o a aquellos que sentimos en desventaja.
  3. Para eludir el conflicto: a muchas personas no les gusta discutir.
  4. Por temor al castigo/venganza: buscamos ocultar errores y trasgresiones. Como los niños cuando sacan malas calificaciones o rompen cosas.
  5. Para evitar rechazo o desaprobación: nuestra autoestima nos hace querer ser aceptados. Mentimos para ser admirados o para no perder una oportunidad de tener sexo.
  6. Miedo a la pérdida: por miedo a soltar o por avaricia, ya sea una relación, un estatus social o un bien material.

 

Hay de mentiras a mentiras 

Para Santo Tomás de Aquino, las mentiras se podían dividir en tres tipos:

  • La útil. Es la más controversial, pero la más usada en ocasiones donde no decir la verdad o decir una mentira a medias son la mejor opción, porque nos va a ayudar a conseguir nuestros objetivos, pero sin la intención de herir a alguien.
  • La humorística. Tampoco tiene malas intenciones y su finalidad es, como dicen, “echarle crema a los tacos” a una conversación.
  • La maliciosa. En esta categoría entran los que acostumbran mentir solo para lograr un beneficio personal, sin importar si al hacerlo se hiere a alguien o no. Este tipo de mentirosos pueden convertirse en sociópatas.

 

La mitomanía no es una enfermedad psiquiátrica tal cual. O sea, no existen personas enfermas incapaces de decir la verdad. Existen algunos trastornos de la personalidad en los que se miente frecuentemente, pero como parte de una de sus características principales. 

 

¿Te gustó esta nota? Califícala

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (7 votes, average: 3.71 out of 5)
Loading...

Sé el primero en comentar este artículo

Dejar una respuesta