Miedo o terror ¿Qué siento?

Si no se logra atender a tiempo los síntomas con el paso del tiempo serán mayores afectando seriamente la vida de la persona.

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A lo largo de la vida nos encontramos en situaciones afectivas que nos permiten cuestionar la vulnerabilidad de nuestro ser. En algunas situaciones estamos expuestos ante el peligro causado por factores externos a nosotros e incluso incontrolables. Sin embargo la forma en cómo reaccionamos a dicha sensación puede cambiar dependiendo de la fortaleza interna que se tiene y los elementos de apoyo con los que el ser humano cuenta.

Pero ¿qué es el miedo? ¿de dónde viene? ¿en qué momento deja de existir?

La angustia es un sentimiento vital, difícil de describir y se presenta como una emoción, el miedo. El miedo es una de las salidas que encontró la angustia, proviene de un conflicto y por ello difícilmente se puede escapar de él, porque se encuentra en uno mismo.

El miedo no se encuentra vinculado con ninguna parte concreta del cuerpo, es decir hemos sentido el miedo pero no podemos especificar en donde lo sentimos ya que afecta al ser humano por completo. A través del miedo, el sujeto tiene la oportunidad de enfrentar el peligro en el exterior o evitarlo huyendo.

Es algo natural a lo que nos vemos expuestos. Sin embargo, la manera de enfrentarlo dependerá de la manera en que hemos enfrentado nuestros miedos a lo largo de la vida. Por ello, cada persona tiene una manera particular y única de experimentarlo, la forma en que perciben el mundo se construye de experiencias subjetivas y diferentes que nos permiten reaccionar de cierta manera.

Es decir, los miedos dependen de la forma en que se entrelazan las experiencias, momentos de dolor, malestar y afectos que remiten angustias pasadas, huellas que construyen la historia de cada ser humano.

¿Y el terror? ¿qué es?

Al igual que el miedo es una manifestación ante el peligro. Sin embargo el terror se relaciona con el pánico, aquello que no nos deja pensar y regresar a la normalidad después de una situación traumática. Es lo que empieza a invadirnos cuando sobrepasa el miedo. El terror deja de ser algo que nos permite cuidarnos, al contrario nos hace sentir expuestos al peligro ante cualquier situación. Es una sensación de invasión que no permite distinguir entre la situación traumática y lo que sentimos, es un miedo sin nombre.

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En el terror el sistema de alarma en la persona se encuentra reactivo incluso en situaciones cuando no hay peligro. Si no se logra atender a tiempo los síntomas con el paso del tiempo serán mayores afectando seriamente la vida de la persona ya que el terror empieza a controlar sus vidas. Es importante detectar dichos síntomas como: palpitaciones rápidas, elevación de la frecuencia cardíaca, dolores en el pecho, vértigo, mareo, náusea, dificultad para respirar, sensación de ahogo o falta de aliento, ataques de pánico, sentir que algo horrible va a pasar y que no puede evitarlo, miedo de morir, agorafobia, etc.

Y acudir con un especialista en psicoterapia para brindar un espacio de seguridad que permita que se elaboren las situaciones estresantes disminuyendo la ansiedad y el terror. De esta manera la persona construirá herramientas que fomenten una fortaleza interna y elementos de apoyo para su bienestar. Por ello, es importante identificar como nos sentimos ante una situación de dolor y vulnerabilidad para poder actuar cuidado siempre nuestra salud mental.

Por Mtra. Adriana Loyola Meléndez
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Teléfonos de Intervención en Crisis (Gratuito) SPM: 5560 716752 >>5560 915012

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