¿Cuál es tu rol en tu familia?

Todos pertenecemos a una familia y cargamos inconscientemente lo que hay en ella

Compartir

Aunque una persona viva al otro lado del mundo para evitar a su familia, la sigue cargando inconscientemente. Cada familia tiene una memoria en la que se graban las reglas de la vida y las historias de cada uno de sus miembros. Estamos conectados a esta gran “memoria familiar” y lo que hay en ella nos lleva a repetir historias y a seguir roles que nos impiden ser quien somos y crear la vida que queremos. Algunas de estas reglas se dicen y otras, aunque no se hablan, se sienten. Las historias pueden ser secretas, nadie las conoce más que los involucrados, pero TODO, absolutamente todo queda grabado en la “memoria familiar”.

Gran parte de lo que está en dicha memoria es un misterio y tiene el poder de controlar nuestra vida como si fuéramos títeres guiados por hilos invisibles. Lo peor de todo, es que ni siquiera nos damos cuenta y de tanto luchar contra eso, terminamos enredándonos más. el 80% de los problemas que sufrimos tienen su origen en lo que ocurre en esta “memoria familiar”. A veces estamos tan enredados en estos hilos invisibles que creemos que hacemos lo que queremos cuando en realidad estamos haciendo lo que la familia nos manda. Caemos en roles y en historias de los que no podemos salir aunque nos causan dolor.

Cuando una persona hace lo que quiere pero va en contra de las reglas familiares vive con una culpa tremenda, aunque sea ilógico

¿Tú qué rol juegas?
Podemos estar identificados con varios roles e irnos turnando según las circunstancias. Ahora hay que atender la pregunta más importante: ¿cómo puedo dejar de ser lo que mi familia quiere para ser quien soy? Para liberarte sigue estos pasos:

  1. Reconoce el rol en el que estás. El título que elijas es lo menos importante, el chiste es que tú lo entiendas.
  2. Date cuenta a quién le eres leal. Hazte la siguiente pregunta: ¿a quién le gusta que sea así?, ¿quién en mi familia lo hizo así? Lo común es hacerlo por el padre, la madre, las abuelas o los abuelos. Imagina a estas personas (puede ser una sola), contacta tu corazón y di en voz alta: “por ustedes lo hago. Por ustedes soy (el rol)”.
  3. Siente el amor que hay de ti hacia tu familia al funcionar en ese rol. Centra tu atención en el pecho para contactar el amor que hay en tu ser y diles en voz alta: “Por ustedes lo hago. Por ustedes soy (el rol)”.
  4. Dirige este amor hacia lo que tú quieres
    Sigue imaginando a estas personas y diles en voz alta: “Por amor a ustedes he repetido la historia y he sido (el rol). Ya es suficiente. Ahora elijo (lo que realmente quieres), aunque sea nuevo para mí”. Ahora imagina que te miran con amor y te dan sus bendiciones mientras tú haces lo que quieres.
  5. Agradece todo lo que has recibido de tu familia. “Gracias por darme sus bendiciones y mirarme con amor cuando yo “lo que quieres)”. Este ejercicio es muy efectivo al decir todas las frases en voz alta, hasta que te salgan con el corazón, imaginando a las personas a quienes se las dices con claridad.

¿Te gustó esta nota? Califícala

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (2 votes, average: 4.50 out of 5)
Loading...
Compartir

Sé el primero en comentar este artículo

Dejar una respuesta