Cómo independizarte sin que se convierta en un drama familiar

Es algo que tooodos tenemos que hacer, hazlo sin que tus papás se ofendan o se sientan abandonados

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Estás list@. Ya acabaste de estudiar y tienes trabajo, ahora el problema no es algo técnico (dónde vas a ir a vivir, con quién, cuánto te va a costar), sino enfrentar uno de los retos que pudieran ser más difíciles en el proceso de independencia: comunicar a tus padres y familia (incluyendo hasta abuelas y tías) esta decisión.

Si bien es cierto que el comenzar a rascarte con tus propias uñas no solo es uno de los pasos más importantes que una persona puede dar, también es súper deseable. No obstante, los lazos afectivos que en sociedades como la nuestra se tienen con los padres suelen dificultar este tránsito natural a la vida adulta. El lugar que ocupas en la familia, las características de tus padres y de tu familia, así como las dependencias establecidas por muchos años, pueden provocar que este “desprendimiento” sea mal visto por ellos.

Lo primero que tienes que hacer es pensar bien tus opciones y estar preparado para cualquier cuestionamiento. No hay nada que pueda preocupar más a tus padres que ver que no tienes contemplados escenarios que seguramente te cuestionarán y ahí sí, seguro que se oponen a tu partida. Es normal que ellos sientan que eres muy joven o que no tienes la experiencia necesaria para vivir solo, demuéstrales que has pensado con tranquilidad y sensatez tu decisión al no explotar cuando te digan que no creen que es lo correcto.

Aquí te doy una serie de consejos para facilitarte la salida de casa de la mejor manera posible sin que tus padres se sientan mal o se convierta en un drama telenovelesco. Plantea la situación desde tu independencia, tu madurez y tus ganas de valerte por ti mism@: demuestra que tus motivos son los correctos, no será la misma reacción si sienten que te quieres ir para vivir de fiesta que quererlo hacer como muestra de madurez y de acuerdo con los valores que te enseñaron tus padres Sé realista en tus posturas y planteamientos: estamos claros que tú puedes con lo que venga, pero algunas veces tu ímpetu de libertad puede llevarte a escenarios poco realistas.

Enfócate en lo bueno, en lo deseable y en lo que refuerce: culpar, reprochar, acusar o enfatizar los aspectos negativos que tu decisión pueda tener, solo dejará a tu familia con la sensación de que estás queriendo huir o evitar convenientemente los conflictos
Cuida tus comportamientos fuera de casa: si viviendo con ellos solo has demostrado irresponsabilidad y desenfreno, no puedes asegurar que harás lo contrario fuera de su casa.

Reconoce y agradece: hazles notar a tus padres que valoras lo que han hecho por ti y que precisamente por eso es que has decidido volar con tus propias alas. El objetivo último de todos los padres de familia es y debiera ser, preparar a sus hijos para la vida y tú intentarás demostrar que ya lo estás. Independencia está asociada directamente con responsabilidad: alcanza ambas antes de salirte de casa y seguramente todos estarán contentos con tu decisión, ¡suerte en tu vuelo!

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