Son seres sociales, sí, pero también necesitan independencia y un espacio reparador para recuperar el equilibrio
Mientras menos tiempo pasamos solos, más trabajo nos cuesta después intentarlo por falta de costumbre, pero a veces es la única posibilidad que tenemos de conectar con nosotros mismos.
Pero, ¿cómo enseñarles a estar solos?
1. Deja que tu recién nacido esté en tus brazos sin ninguna interacción, como contacto visual.
Disfruta la paz de que tu hijo te esté observando y tú no a él. Si no lo logras, cántale, de preferencia, alguna tonada sin letra.
2. Permite que tu hijo juegue solo a veces.
No interfieras. Una buena opción es llevarlo a bosques o parques porque puede correr y esconderse entre los árboles mientras tú estás al pendiente.
3. Recuerda que a veces está bien que el niño se sienta un poco aburrido.
Los niños que no son estimulados todo el tiempo desarrollando una imaginación más activa y son más autosuficientes.
4. Nunca uses la soledad (vete a tu cuarto) como castigo.
Lo único que lograrás es que lo asocie con algo malo. Es más, hasta podrías ofrecerles tiempo a solas como recompensa por una buena acción.
5. No interrumpas a tu hijo durante su tiempo a solas.
Si no tienes una razón específica y clara (sí: “ya está la cena”; no: “¿qué haces?”).
VENTAJAS DE EJERCITAR LA SOLEDAD
Desde mejorar el proceso creativo hasta recargarse de energía… pasar un buen tiempo a solas es básico.
-Es indispensable para la creatividad, el fortalecimiento de carácter y la identidad.
-Consigues mayor conciencia de ti mismo, libertad y conexión con la naturaleza.
-Te desintoxicas de la sobrecarga informativa.
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