Salud mental
Por: Sofía Leviaguirre
Ser feliz es actitud y producción de serotonina. Aquí van 5 cosas que le dan un boost a tu felicidad de manera natural.
Seguro has escuchado hablar de la serotonina, esa famosa “hormona de la felicidad” que regula tu estado de ánimo, el sueño, el apetito y hasta la digestión. Y aunque no existe una receta mágica para ser feliz 24/7, sí hay formas muy simples de subir la serotonina. Aquí van 5 formas de generar endorfinas de forma natural.
Ser feliz tiene mucho que ver con actitud, y otro tanto con la producción de dopamina, oxitocina, endorfinas y serotonina. Cuatro cosas clave para que tu cerebro haga la chamba de ser feliz solito. Aquí te dejamos algunas cosas que ayudan a esto, para que tu mood automático sea la felicidad.
No necesitas un maratón ni dos horas de gimnasio. Con solo 10 minutos de movimiento (caminar, bailar en tu sala, brincar la cuerda) tu cerebro empieza a liberar serotonina y endorfinas. También bajas el estrés y mantienes un cuerpo saludable. Así que pon tu playlist favorita y a moverte!
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Tomar 15 minutos de sol al día (obvio con bloqueador) estimula la producción de vitamina D, que está ligada directamente a la serotonina. Basta con salir a caminar, sentarte en un parque o abrir la ventana para dejar que te dé un poquito de luz natural. Así como cargas tu cel, así también hay que cargar tu cerebro.
La risa no solo se siente bien, también activa circuitos cerebrales que liberan serotonina y endorfinas. Ve un stand-up, mándale memes a tu grupo de WhatsApp o ríete de tus propios chistes. El punto es soltar carcajadas, aunque sean forzadas: tu cerebro no distingue y de todos modos recibe el boost.
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Un abrazo de 20 segundos o más, libera oxitocina, y eso a su vez potencia serotonina. También cuenta acariciar a tu perro, tu gato o hasta darle la mano a tu significant other. El contacto es como un recordatorio físico de que no estamos solos.
Algunos alimentos son precursores de la serotonina porque contienen triptófano, un aminoácido que ayuda a su producción. El plátano, chocolate oscuro, nueces, semillas de calabaza, huevo y salmón son algunos de ellos. Agrégalos a tu dieta y tu cerebro lo agradecerá.
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Por: Sofía Leviaguirre
