Amor y parejas
Por: Erick Pinedo
Te decimos por qué programar el sexo no solo se vale, ¡sino que ayudará mucho a tu relación!
¿No les pasa que entre la chamba, los críos, el estrés y los pendientes infernales, el sexo queda para “cuando se pueda”? Corte a: pasan semanas y cero, CERO, intimidad. Y ahí es cuando empieza la distancia, los enojos pasivo-agresivos, el “me duele la cabeza” nivel pro. ¿Han intentado programar el sexo? Puede que no solo sea la clave para salvar tu relación, también es una forma de reconectar, de apapacharse y de volver a sentir que tu pareja no es solo tu roomie.
Uno: pasa, sí o sí. Nos encanta la espontaneidad, pero seamos honestos: la vida adulta no da tregua. Si no lo pones en agenda, el delicioso no sucede. Y no, no es falta de amor ni de ganas: es que, entre el cansancio y la rutina, nos gana la flojerita. Programarlo, es decir: “Esto es importante y vamos a hacer que pase”.
La terapeuta sexual Kimberly Resnick Anderson, de la Escuela de Medicina de UCLA, señala en un artículo publicado en Hone Health que agendar el sexo puede ayudar a las parejas a relajarse, eliminar la incertidumbre y hasta aumentar el deseo al generar expectativa, lo cual mejora la conexión emocional como la satisfacción.
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¿Te acuerdas de esa emoción cuando sabías que ibas a ver a tu crush? Bueno, eso mismito pasa cuando sabes que se viene una noche de acción programada. La mente se prende, el cuerpo se alista y la dopamina se empieza a hacer la interesante.
Un estudio publicado en Behavioral Neuroscience mostró que la dopamina se activa durísimo en la etapa de anticipación del sexo —sí, incluso antes de que pase algo—, al menos en ratas macho… pero aplica cañón para humanos también.
¿Quién no ha pasado por la eterna pelea de “nunca quieres” vs. “yo siempre tengo que iniciar”? Agendarlo democratiza el deseo. Ambos saben cuándo toca, se preparan y evitan dramas innecesarios. #ToughLove
Cuando hablas de sexo abiertamente, se abre la puerta a compartir fantasías, gustos, miedos y límites. ¡Y eso da paz! Como dice la sexóloga clínica Alicia Walker, “la comunicación sexual es igual de importante que el acto en sí”.
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Programar el sexo no mata la pasión. La revive. No hay nada más sensual que una pareja que se quiere tanto que hace tiempo para encontrarse. Como diría tu terapeuta de confianza (o tu amiga sabionda): “El sexo no se da por arte de magia. Se construye”.
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Por: Erick Pinedo