Vivir Bonito
Por: Sofía Leviaguirre
Si no sabes ni cómo empezar a manifestar, te enseñamos a hacer el action board que necesitas para cumplir tus metas
Si cada enero te prometes que este año sí vas a lograrlo, pero en marzo ya no sabes ni dónde quedó tu lista de propósitos, quizá no te falta disciplina sino estrategia visual. Por eso te tenemos un step by step de cómo hacer el action board que necesitas para cumplir tus metas.
Un action board es una de las herramientas más efectivas para organizar tu mente, activar tu motivación y mantenerte enfocado en tus objetivos. No es magia. Es claridad, intención y seguimiento. Aquí te explicamos qué es, cómo hacerlo y por qué puede cambiar la forma en la que cumples tus metas.
A diferencia del vision board, que se enfoca en imaginar cómo quieres que sea tu vida, el action board aterriza todo en acciones concretas. Es un tablero visual donde colocas imágenes, frases y micro objetivos que representan lo que quieres lograr, pero siempre vinculados a un plan realista. Su propósito es recordarte todos los días qué pasos necesitas dar y por qué valen la pena.
Un action board aprovecha la manera en la que tu cerebro procesa la información visual. Al ver tus metas frente a ti, tu mente las interpreta como algo alcanzable. También activa la memoria emocional, esa que te ayuda a tomar decisiones más alineadas con tus prioridades. Lo más importante es que reduce la confusión mental y te devuelve un sentido de dirección.
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Antes de empezar, necesitas claridad. Define tus metas específicas para los próximos tres, seis o doce meses. No caigas en lo abstracto. En lugar de escribir “quiero estar en forma”, plantea algo como “quiero correr cinco kilómetros sin detenerme”. Cuando tengas esto, prepara lo siguiente:
Puede ser un corcho, una cartulina grande, un pizarrón o una app. Lo esencial es que esté en un lugar visible y que no se convierta en decoración olvidada.
Fotografías, recortes o íconos que representen tu meta de forma clara. Si quieres ahorrar, pon una foto del monto objetivo. Si buscas publicar un proyecto, usa algo que represente ese logro.
Cada meta debe tener una lista de pequeños pasos. Si tu objetivo es escribir un libro, anota metas semanales como completar mil palabras o trabajar cuarenta minutos diarios.
Evita las frases motivacionales vacías como “ve por ello”. Mejor, busca textos que te recuerden tu propósito. Por ejemplo, “disciplina antes que inspiración” o “un paso al día”.
Incluye un espacio para registrar tu progreso. Puede ser una barra que vayas coloreando, fechas clave o una tabla con tus avances. Ver tus logros te mantiene enfocado en ellos.
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Un action board no funciona si solo lo ves cuando te acuerdas. La clave es integrarlo en tu rutina. Dedícale dos minutos cada mañana para revisar tus prioridades. Haz un ajuste semanal y una evaluación mensual para ver qué está funcionando y qué necesitas modificar. No tengas miedo de editarlo. Las metas también evolucionan.
No lo satures. Un tablero demasiado lleno genera ruido visual y mental. Evita metas irreales que te generen frustración. Y sobre todo, no copies el action board de alguien más. Esta herramienta solo funciona si está alineada con tu vida, tu ritmo y tus recursos.
Un action board no es un ritual de inicio de año. Es una herramienta práctica para avanzar sin perderse. Te recuerda tus objetivos, te ordena los pasos y te ayuda a mantenerte comprometido. Si quieres que este sea el año en el que realmente cumples tus metas, empieza por hacerlas visibles y accionables.
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