Vivir Bonito
Por: Sofía Leviaguirre
Los moodboards más creativos ya están marcando las tendencias de decoración para Navidad. Aquí te dejamos lo que no puede faltar.
Aunque todavía falten unas semanas, las tiendas, las redes y los moodboards más creativos ya están marcando las tendencias de decoración para Navidad, y este año, viene maximalista, femenina y mágica.
Esta Navidad, la casa se transforma en un espacio sensorial donde el color, la textura y un toque de fantasía se mezclan para crear ambientes que celebran la unión y el estilo. Aquí te contamos las tendencias que van a dominar, para que cuando llegue diciembre tu casa no solo se vea navideña, sino inolvidable.
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Olvídate del clásico rojo de mantel de abuela. La nueva paleta festiva explora los tonos cereza, rubí y carmesí en capas, buscando dramatismo, calidez y una vibra sofisticada. La clave está en mezclar texturas: velas gruesas, moños de terciopelo, satín brillante y textiles que aporten dimensión. Así tendrás un ambiente intenso, elegante y cálido que transforma cualquier rincón en un escenario digno de película.
Si prefieres una Navidad más etérea y tranquila, la apuesta está en la estética inspirada en glaciares, cristales de hielo y cielos de invierno. Predominan los elementos aperlados, las luces frías, la cristalería transparente y los acabados tornasoles. Esta versión te da una Navidad serena, minimalista y totalmente elegante.
Para quienes aman los hogares acogedores con ese homey feel, llega una tendencia que parte del color del chocolate caliente. No se trata solo de tonos marrones: incluye canela, caramelo, beige cálido y toda la gama de neutros que envuelven y reconfortan. Esta es una Navidad mood quédate en casa pero con estilo.
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Sí, la estética coquette llegó al árbol de Navidad. Pero olvida el kitsch: este estilo trae tonos rosa claro, moños, encajes, perlas y brillos delicados. Es una Navidad femenina, suave y detallista que apuesta por la sutileza. Perfecta para quienes disfrutan de lo romántico sin caer en lo infantil.
Esta tendencia no se trata solo de decorar, sino de crear experiencias. Las mesas se vuelven protagonistas: cubiertos seleccionados con cuidado, servilletas especiales, vajillas finas y detalles artesanales. La idea es que cada reunión sea memorable, desde la comida hasta la atmósfera.
Si lo tuyo es el exceso, bienvenido al maximalismo navideño. Metálicos, lentejuelas, cristalería de colores, rosas intensos y adornos que brillan como bolas disco. Es una oda a los 2000: divertida, atrevida y sin miedo al glitter. Esta es tu oportunidad de tener una Navidad Y2K.
La Navidad también se pinta de nostalgia fantástica. Adornos de hongos, hadas, criaturas místicas, referencias a cuentos clásicos y paletas que van desde lo pastel hasta lo obscuro. Es una tendencia juguetona que invita a crear mundos dentro de tu casa. Piensa en Harry Potter versión navideña, o un cuento encantado, como película de Barbie.
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Por: Sofía Leviaguirre
