Variedat
Por: Constanza Soto
La energía está por todas partes, Mercurio Retrogrado está en camino, con Feng Shui se podrá alinear toda esa energía.
Cuando Mercurio —planeta de la mente, la palabra y la organización— se topa con Marte, planeta del impulso, el fuego y la prisa, la vida pisa el acelerador. Los mensajes se confunden, las agendas se saturan, surgen discusiones por nada y parece que todo urge ya. No es mala suerte, es pura energía en movimiento. Y si todo es energía, lo ideal es saber dirigirla. Ahí entra el Feng Shui, con unos cuantos ajustes, puedes transformar el caos mental en foco total y la tensión en calma y claridad. Sigue estos tips de Feng Shui para que no te afecte Mercurio Retrógrado.
Empieza por el reset más simple: despejar lo que se quedó “estacionado”. Aquí te van unos tips: esa bolsa en la silla, los papeles en la entrada, los cables que parecen espagueti, los libros apilados. Cada objeto fuera de lugar consume atención, y cuando Mercurio y Marte se sienten, tu atención es oro, cuida a que se lo das. Regresa todo a su lugar o suéltalo. Después, limpia superficies que reflejan: espejos, pantallas y ventanas. Esto simboliza claridad, si están opacas, tu mente también se nubla. Abre las cortinas, deja pasar la luz y dale aire a los rincones que huelen a ayer.
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La comunicación es el otro foco. Crea un rincón que invite a hablar con calma. Aromas como lavanda, vainilla, manzana, rosas o un toque de canela ayudan a bajar el volumen interno para pensar antes de reaccionar. Escribe dos párrafos: uno para ti, con lo que necesitas de ti esta semana, y otro para tu casa, con lo que te comprometes a cuidar. Ese pequeño ritual baja la ansiedad y te recuerda que los pleitos del día no merecen vivir gratis en tu cabeza.
La puerta principal merece cariño especial. Por ahí entra la vida. Chécala, dale amor. ¿Se atora, rechina, está a oscuras? Arréglalo hoy. Añade un detalle que te reciba bien, desde una planta hasta un tapete limpio. Ahí te va otro tip. Si sientes el ambiente cargado, cuelga campanas de viento o un móvil metálico cerca de la entrada o de una ventana: el sonido mueve el chi.
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Recuerda que con tanto cambio de energía es necesario estar al corriente. Confirma citas, relee correos, respalda archivos y no tomes a pecho los mensajes escritos a prisa. Si tú estás bien, todo a tu alrededor igual lo estará.
Tu casa ordenada no es vanidad, es un espacio que te sostiene cuando afuera hay ruido. Si hoy liberas una mesa, limpias un espejo, te das cinco minutos para escribir, ya bajaste dos rayitas al clima astral. Mercurio y Marte seguirán haciendo lo suyo en el cielo. Lo tuyo, aquí en la tierra, es elegir un entorno que te favorezca a ti y te haga ser tu mejor versión.
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Por: Constanza Soto
