Salud
Por: Erick Pinedo
Conoce qué pasa si no lavas tu termo todos los días, los errores comunes al limpiarlo y cómo evitar convertirlo en un criadero de microbios.
Ese termo que llevas al gym, que ya es parte de tu escritorio o tu coche, puede parecer tu mejor aliado. Pero si no lo lavas diario, se convierte en un coctel bacteriano con tapa. De hecho, un estudio de Water Filter Guru encontró que los termos y botellas reutilizables mal lavados pueden tener más bacterias que el asiento de un inodoro (¡eeewwww!). Te decimos las razones por las que debes lavar tu termo todos los días.
¿La razón? El ambiente oscuro, húmedo y con restos de saliva y minerales del agua es perfecto para que crezcan hongos, moho, levaduras, e. coli y estafilococos. Y eso puede acabar en infecciones estomacales, mal aliento o hasta granitos innecesarios.
Cuando no lavas tu termo, no solo acumulas gérmenes, también pueden formarse biofilms, que son capas viscosas llenas de bacterias organizadas como si fueran comunidad de vecinos tóxicos. Según Mayo Clinic, son difíciles de eliminar y pueden hacer que el agua huela feo, sepa rancia y te caiga mal, aunque sea “simple”.
Además, si usas tu termo para bebidas con azúcar o proteína (como smoothies postgym), el riesgo se multiplica. Ahí se juntan bacterias, residuos y mal olor que no se quitan ni con milagritos de San Cloro.
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Sabemos que da flojera, pero estos errores son muy comunes y pueden sabotear tu salud:
La forma correcta: lavar diario con jabón, agua caliente, cepillo o escobilla delgada, secar completamente, y guardarlo destapado.
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Tal cual. Si bebes agua en un recipiente lleno de microbios, esos bichos pasan a tu boca, tu intestino y hasta tu piel. Lava tu termo diario como si tu salud dependiera de eso (porque sí). No lo guardes sin secar, no lo enjuagues nada más “rapidín”, y no le des más vueltas. Cinco minutos al día te evitan infecciones, bacterias de horror y hasta problemas digestivos. Dale chance al termo de ser tu aliado, no tu enemigo.
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Por: Erick Pinedo