No te comas tus emociones #ConsultorioMoi

Te decimos cómo influyen tus emociones en tu mala -o no tan buena- alimentación y cómo puedes arreglar esa relación que traes con la comida.

Compartir

El hambre de un bebé depende del externo, no de la necesidad de comer como tal.

Hambre emocional: se siente en la boca del estómago y es cuando quieres “lo que sea” de comer.

TEST: ¿Cómo anda tu relación con la comida?

Lo ideal de un comedor, sería comer cuando hay hambre estomacal NO emocional.

Hambre estomacal: hay hambre de comida, de sopa, de guisos… NO de antojos y ocurre cada 3 o 4 horas.

No hay buenas y malas emociones, hay emociones con razón de ser y para algo sirven..

La nutrición primaria va de la mano con la secundaria, en un momento deja de estar una de las dos.

¿Por qué nos gusta el chocolate?

Cuando hace falta la alimentación primaria; amor/protección, entonces se sustituye con la secundaria que es la comida.

La ansiedad es el espacio que se abre entre lo que está pasando y lo que piensas que debería estar pasando.

Si no sabes lo que tienes, no sabes lo que necesitas.

Las emociones y cómo aprendimos que era la vida influye en la alimentación.

Rituales para comer bien

El hambre mental se genera por pensamientos y creencias, por esa razón comemos en exceso.

Muchas veces lo que se busca con la comida es quitar los sabores de emociones, o revivirlos.

Antes de comer algo, pregúntate si te va a dar bienestar

Se vale tener los momentos en donde la comida se convierte en placer, pero estás consciente.

El ingrediente principal de cualquier platillo, es el amor a nosotros y a nuestro cuerpo.

Da igual qué te comas si es para llenar un vacío, lo estás haciendo desde el hambre emocional, no estomacal.

Aquí puedes ver nuestros consejos para bajarle a la tragadera.

Ganadores del libro:

  • Hugo
  • Alessandra Castro
  • Julian Ruiz
  • Giovanni M
  • Hada Carolina

Compartir

mm
Equipo moi.

Sé el primero en comentar este artículo

Dejar una respuesta