sudan del sur

La violencia que no se ve también existe

El país más joven del mundo se hunde en un espiral de violencia preocupante. Sudán era el país más grande de África, incluso 25% más grande que México. Un país que contaba con más de 40 millones de habitantes de 600 tribus distintas; al norte se encontraba el poder económico y político en manos de

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El país más joven del mundo se hunde en un espiral de violencia preocupante. Sudán era el país más grande de África, incluso 25% más grande que México. Un país que contaba con más de 40 millones de habitantes de 600 tribus distintas; al norte se encontraba el poder económico y político en manos de población islámica y mayormente arabizada, al sur el Sudán discriminado de población negra y cristiana.

Entre 1983 y 2005 se vivió una cruenta guerra civil entre el norte y el sur. Más de 2 millones de muertos y 4 millones de personas desplazadas por la violencia. No está de más recordar que dentro de esta guerra civil fue que dio inicio el genocidio en Darfur (noroeste de Sudán) que continúa hasta hoy.

Norte y sur llegaron a un acuerdo de paz en enero de 2005 bajo la promesa de que el sur podría independizarse en unos años. Fue en enero de 2011 que se votó en Sudán del Sur por su independencia que se proclamó el 9 de julio de ese año. Sudán del Sur se convirtió en el país número 192 de la ONU, el país más joven.

La última semana ha sido una donde la violencia se desata de manera importante. Cientos de personas asesinadas y cerca de 10 mil desplazadas por el enfrentamiento entre dos bandos políticos que se enfrentan por el poder desde 2013. Uno es el del presidente, Salva Kiir, y su oponente el grupo del vicepresidente, Riek Machar. Así se vivió el quinto aniversario de la independencia de Sudán del Sur.

La violencia ha tocado a la puerta en Nueva York ya que una docena de cascos azules que conformaban la misión de paz de la ONU se encuentran entre los heridos y las víctimas mortales. Las potencias mundiales discuten qué hacer mientras el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, pide un embargo de armas inmediato.

Los enfrentamientos se dan a pesar de que hace casi un año se había firmado un acuerdo de paz entre las partes y se había acordado formar un gobierno de coalición, es por ello que el enfrentamiento es entre el presidente y el vicepresidente.

La única constante en la historia de Sudán del Sur es la inestabilidad política y la violencia entre grupos étnicos que buscan el poder. Miles escapan en estos días de los enfrentamientos con armamento pesado en Juba, la capital del país, poniendo en riesgo la poca estabilidad y amenazando con que escale la guerra civil que ya ha cobrado la vida de 50 mil personas. Entre una población de cerca de 12 millones, alrededor del 25% se encuentra desplazado y un 33% se encuentra en necesidad urgente de ayuda humanitaria.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió pedir ayuda a los países de la región. El problema es que varios se encuentran inmersos en problemas de pobreza y violencia. Adicionalmente pidieron a las partes en conflicto “hacer todo lo posible para controlar a sus fuerzas respectivas y poner fin en forma urgente a los combates”, así de ingenuo.

El control por el poder y los recursos naturales, cuándo no, han hecho que la violencia marque prácticamente la totalidad de la incipiente historia de este país. Una violencia lejana a los medios de comunicación pero no por ello menos grave, la violencia que no se ve en occidente igualmente existe y debe ser atendida por los organismos internacionales.

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