¿Buena mamá o profesionista exitosa?

Si quieres ser mamá, está bien. Si quieres trabajar, adelante. Si eliges las dos, está bien. Nada está peleado y puedes hacer las dos cosas bien.

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Mejores líderes: ¿hombres o mujeres?

Ser una buena madre o una profesionista exitosa es el gran dilema al que se enfrentan muchas mujeres, porque tradicionalmente el mundo laboral pertenecía a los hombres, quienes se encargaban del sustento económico, mientras las mamás se quedaban en el hogar al cuidado de los hijos y el bienestar de la familia.

Se tiene arraigada la creencia que una buena madre es aquella que se dedica 24 horas, siete días a la semana al cuidado de los niños, en cambio a las mujeres que salen al campo laboral no se les ve con buenos ojos, porque dejan la crianza de sus hijos a otra persona.

Tenemos dos grandes panoramas, aquellas mujeres que por necesidad han salido a buscar empleo para mejorar la situación económica de la familia y las que buscan desarrollarse profesionalmente y al mismo tiempo desean convertirse en madres.  

Se cree que una fémina no puede alcanzar estas dos grandes metas en la vida y si así lo decide no es suficientemente buena en ninguna de las dos,  pues pareciera que solamente tiene que desenvolverse en una. Preocuparse demasiado por una carrera profesional proyecta a la mujer como una mala madre que descuida a sus hijos para salir a triunfar en el mundo profesional, por otra parte, aquellas que eligen ser madres de tiempo completo no tienen el espacio necesario para despegar en sus carreras.

Los paradigmas que persiguen a las madres profesionistas son barreras que no las dejan vivir en plenitud, ya que de alguna manera se desdeña ese “doble rol” que ejercen día a día.

El mundo godín y las mujeres

Estos fantasmas sociales vienen desde la propia familia, el trabajo y la escuela de sus hijos; es bastante común escuchar:  

  • “Una buena madre debe de estar todo el tiempo con sus hijos”
  • “¿Vas a dejar a tu hijo al cuidado de otra persona?”
  • “Está muy chiquito para que lo dejes en la guardería”
  • “Tu prioridad debería ser tu familia”
  • “Las mamás que trabajan descuidan a sus niños”
  • “Sus hijos son problemáticos porque no les presta la suficiente atención”
  • “Seguramente no regresa a trabajar después del embarazo”
  • “Ahora con su hijo, ya no va a rendir igual”
  • “Pide muchos permisos por su hijo”
  • “¿Y si vendrás al festival? Con eso que trabajas, no creo que te dé tiempo”
  • “Por tu trabajo no te involucras demasiado en las actividades escolares”

Y un largo etcétera de frases “sutiles” que caen en explicaciones de cómo se tiene que vivir. Pero muchos de estas barreras mentales vienen de nosotras mismas, por ejemplo, “no puedo aceptar un nuevo puesto porque me tengo que dedicar a mi familia”, “gano más que mi pareja, tengo que renunciar a mi trabajo porque tengo que cuidar a mi hijo…”

Consejos financieros para  mujeres

Encontrar el equilibrio entre ser mamá y profesionista, es todo un reto al que se enfrentan miles de mujeres, por ello te recomiendo estos consejos para que sigas adelante en esta “doble carrera”.

¿Cómo lograrlo?

  1. Autoconocimiento: ¿qué quiero?, ¿ser madre o profesionista? Realmente quiero ejercer esta “doble carrera”.  No está mal optar por el desarrollo profesional, no ser madre no te hace menos mujer.
  2. Establece metas: ¿cómo me veo en cinco años profesionalmente y personalmente? ¿qué hago para alcanzarlos? ¿mi situación actual me está acercando a lo que quiero?Realiza un plan de trabajo y sobre todo de acción para que cumplas tus metas trazadas.
  3. Confianza: confiar en ti es primordial, exigirte demasiado, ser dura contigo misma, solo te traerá sentimientos de culpa. No trates de ser perfecta, no todo está a tu alcance.  
  4. Aléjate de la culpa: trabajar no te hace mala madre. Habrá ocasiones en las que tengas que sacrificar ciertas cosas por el trabajo, pero culparte no te ayudará en nada. Si por tu trabajo sales constantemente de viaje, puedes comprar algo para tus hijos, pues de esta manera reafirmas que estar lejos no te hace olvidarlos.
  5. Organización: la organización es básica, establece horarios. Divide tu tiempo entre el trabajo y el hogar, cuando estés en la oficina, dedícate al cien. Evita llevar pendientes a casa, tus hijos necesitan tiempo de calidad, aprende a desconectarte de tus actividades laborales.
  6. Construye una red de apoyo: lo ideal es apoyarse de la pareja, repartir actividades, pedir ayuda no está mal. Si no se tiene pareja, apóyate de tus cercanos, padres, amigos, compañeros de trabajo… Una comunicación estrecha con tus familiares, sin duda reforzará el apoyo para que puedas ejercer la “doble carrera”.
  7. Delega actividades: todas las actividades domésticas no son solo tu responsabilidad, tu pareja también debe apoyarte con el cuidado de los hijos y las labores del hogar. Inculca en tus hijos que las tareas de la casa no son exclusivas de las mujeres, enséñales que también pueden apoyar levantando sus propios juguetes, ordenando su recamara, etc.
  8. Desarrollo profesional: No dejes de lado tu carrera, estar actualizada en tu campo profesional, sin duda te dará muchas ventajas. Puedes tomar cursos en línea.
  9. Trabajos flexibles: Opta por trabajos de medio tiempo o uno donde puedas tener ciertas libertades para asistir a los festivales de tus hijos, cumpleaños en la escuela o inclusive trabajar desde casa. Una comunicación constante con tus jefes y pares de cómo se trabajará, cómo se entregan los resultados es fundamental. La flexibilidad horaria, el home office, las salas de maternidad, son algunas de las peticiones más importantes para las madres profesionistas.
  10. Cuida de ti: Seguramente esta “doble carrera” te deja poco tiempo para ti misma, pero no olvides cuidarte. Reserva tiempo para relajarte, consentirte e incluso hacer ejercicio para evitar que el estrés acabe contigo.  

Depende de nosotras mismas cambiar los paradigmas que se tienen entorno a las madres profesionistas y a las mujeres en general, ya que se tiene arraigado que la realización de una mujer es convertirse en madre.

Los tiempos han cambiado, existen mujeres que deciden no procrear y se dedican al cien a su desarrollo profesional. Ser mujer no es sinónimo de ser madre y las posibilidades de alcanzar la felicidad no se limitan en tener hijos.

Es importante que hagas un análisis a profundidad de tus aspiraciones de vida, ser madre o profesionista, si optas por ambas estás en todo tu derecho. Recuerda que no existe una fórmula mágica para ser una mujer exitosa y una madre plena al mismo tiempo, cada una es diferente y sus aspiraciones son diversas. Si eres una madre profesionista, siéntete orgullosa de ser una “súper mamá” inspira a tus hijos a ser mejores cada día.

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