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Por: Erick Pinedo
Descubre cómo frenar el bullying LGBT+ desde tu trinchera. Tips claros, cero rollo y con todo el estilo para ejercer un liderazgo inclusivo y ser un verdadero aliado
En pleno 2025, sigue habiendo espacios donde ser parte de la comunidad LGBT+ es sinónimo de aguantar miradas, chistes pesados o, de plano, violencia. Y no, no se trata solo de la escuela o la oficina: a veces, el bullying LGBT+ empieza en casa o entre amigos. Por eso, si queremos mover la aguja hacia algo más justo, necesitamos un liderazgo inclusivo que no se quede en el discurso. Aquí te decimos cómo detener el bullying LGBT+.
Primero lo primero: hay que llamar las cosas por su nombre. El bullying LGBT+ no es “bromita”, es violencia. Según la UNESCO, más de 70% de los estudiantes LGBT+ en Europa ha sufrido acoso escolar verbal, físico o psicológico. Y eso deja marcas que no se borran con un “ya supéralo”. No existe solución mágica. Pero sí hay pasos concretos que cualquier persona puede tomar para no ser parte del problema, y mejor, volverse parte de la solución.
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Un liderazgo inclusivo crea espacios donde todos caben, donde no hay que esconder el amor, y donde nadie tiene que “disfrazarse” para pertenecer. El Centro Nacional para la Prevención del Acoso Escolar de Estados Unidos sugiere que entrenar a líderes en empatía, escucha activa y resolución de conflictos es clave para frenar el bullying de raíz.
Si lideras un equipo, una familia o comunidad, tu rol es fundamental: puedes ser quien corte la cadena del bullying… o quien la perpetúe.
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Ser parte de la solución es más fácil de lo que crees: escucha, respeta y actúa. No necesitas ser el más woke ni andar con bandera en la mochila. Solo basta con que no te hagas güey. Porque si el mundo no es seguro para todos, entonces no es seguro para nadie.
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Por: Erick Pinedo