Salud
Por: Sofía Leviaguirre
La cultura de las dietas nos ha hecho pensar que toda la grasa es mala, peeero tener grasa en los glúteos no es tan malo como creías.
La cultura de las dietas nos ha hecho pensar que toda la grasa es mala. Peeero la ciencia dice otra cosa: no toda la grasa funciona igual. De hecho, su ubicación puede marcar la diferencia entre un cuerpo saludable y uno con riesgo metabólico. ¡Sorpresa! Tener grasa en los glúteos no es tan malo como creías, y aquí te explicamos por qué.
Según el International Journal of Obesity, la grasa gluteofemoral, es decir, la que se acumula en glúteos, caderas y muslos, actúa de forma muy distinta a la grasa abdominal. Mientras que la grasa en la panza libera más ácidos grasos e inflamación (aumentando el riesgo de diabetes tipo 2, colesterol alto o enfermedades cardíacas), la grasa en la parte baja del cuerpo tiene un efecto protector.
Los investigadores descubrieron que esta grasa buena almacena los lípidos de manera más segura, evitando que se acumulen en órganos como el hígado o el páncreas, donde sí pueden causar daño. O sea, tus pompis pueden estar haciendo un excelente trabajo protegiendo a tus órganos vitales.
También lee: El significado emocional de la grasa abdominal ¡algo tiene que decirte!
La grasa de los glúteos no solo almacena energía, también es un aliado contra la diabetes que ayuda a mantener estable el azúcar en sangre y hace que el cuerpo use mejor la glucosa.
Esto pasa porque el tejido adiposo de los glúteos produce una sustancia que se llama palmitoleato, un tipo de grasa conocida como lipoxina que ayuda a regular el metabolismo. Este compuesto mejora la sensibilidad a la insulina y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas.
También lee: 8 Cosas que necesitas hacer para deshacerte de la grasa visceral
La distribución de grasa corporal también está influenciada por las hormonas. El estrógeno ayuda a que las mujeres almacenen grasa de manera más eficiente en las caderas y glúteos. Este mecanismo, lejos de ser un defecto, tiene una función biológica increíble: favorece la fertilidad y el embarazo.
Durante la gestación, el cuerpo necesita reservas de energía estables para sostener el crecimiento del bebé. Ahí es cuando la grasa de los glúteos actúa como una batería de respaldo que libera ácidos grasos de forma lenta y controlada.
Ahora, esto no significa que acumular grasa sin límites sea saludable. Todo es cuestión de equilibrio. El problema está en la grasa visceral, esa que rodea los órganos abdominales, no en la que moldea tus caderas o muslos. Esa grasa buena te protege, regula tu metabolismo y cuida tu corazón.
También lee:
Por: Sofía Leviaguirre
