Salud
Por: Mariel Arizmendi
Conoce los errores más comunes que cometes al hacer pipí. Desde aguantártela hasta cosas que parecen inocentes como ir al baño sin tener ganas.
Algo que parece tan inofensivo como ir al baño antes de un viaje largo, es uno de los errores más comunes al hacer pipí. Es una necesidad del cuerpo que ayuda a eliminar desechos y a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo, pero hay ciertas cosas que todo el mundo hace al hacer pipí y que a largo plazo puede traer consecuencias en la salud.
Cuando haces pipí, no es necesario empujar para que salga. Lo único que tienes que hacer es relajar los esfínteres y la cosa saldrá sin esfuerzos. Porque, en cambio, si fuerzas la salida de la pipí generas una fuerte presión hacia abajo que debilita los músculos del piso pélvico y puede causar problemas urinarios y en la vejiga.
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Mucha gente hace esto y parece algo inofensivo, pero el hacer pipí parado en vez de sentado, puede dificultar el vaciado de la vejiga, más cuando en las mujeres hay disfunción del suelo pélvico y cuando los hombres tienen próstata agrandada. Además, si acostumbras a tu cerebro a hacer pipí cada vez que escuchas el sonido del agua corriendo, esto puede llevar a incontinencia urinaria en el futuro.
Típico que cada vez que vas a hacer un viaje largo en coche, te preocupas por ir al baño antes, a pesar de no tener ganas. Cuando haces esto, además de que te fuerzas mucho y empujas (que ya te dijimos por qué no), también empiezas a entrenar a tu vejiga a responder a pequeñas cantidades de pipí. Esto resulta en ganas más frecuentes de ir al baño, antes de que la vejiga esté llena, y esto aparte de incómodo, puede afectar mucho la vida diaria, y más el sueño, porque lo interrumpe.
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Absolutamente todos nos hemos aguantado las ganas de ir al baño, aunque ya nos hayan dicho una y mil veces que no es bueno para la salud, pues aquí te diremos bien que es lo que pasa, para que dejes de hacerlo de una buena vez.
Cuando te aguantas las ganas por demasiado tiempo, la vejiga se llena en exceso y los músculos del piso pélvico se tensan por retener la pipí, y cuando por fin vas al baño, ya no se relajan, lo que altera su funcionamiento. En general, si te aguantas muy ocasionalmente no hay tanto problema, pero si se vuelve un hábito, puede tener consecuencias más graves:
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La famosa postura de hacer del baño en cuclillas, con las piernas flexionadas y el cuerpo agachado. Es suuuper común que la gente lo haga en baños públicos para no tocar la taza de baño, pero realmente esto no es tan bueno porque haces tensión en el suelo pélvico.
Además, agacharse obliga a los músculos a estar activos y a las caderas a estar contraídas, y el esfuerzo por sostener el cuerpo dificulta la relajación del piso pélvico. Esto impide que la vejiga se vacíe correctamente y un mayor riesgo de contraer una infección del tracto urinario.
La razón de hacer del baño en postura de aguilita es evitar las bacterias que hay en los baños públicos, pero la realidad es que el riesgo de contraer una infección es mínimo. De hecho, el riesgo es el mismo que cuando agarras una perilla de una puerta, y las bacterias y virus no duran mucho tiempo en superficies frías y secas. Además, la piel es una barrera contra microorganismos, entonces la única manera de contagiarse es que tuvieras una herida abierta y que entrara en contacto con una superficie contaminada.
Lo mejor que puedes hacer es relajarte y sentarte correctamente en la taza. Si te da demasiado repele, lo que puedes hacer es cargar con toallitas húmedas desinfectantes para limpiar, o usar papel de baño para cubrir la taza.
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Otro de los errores más comunes al hacer pipí es querer vaciar la vejiga por completo. La realidad es que la vejiga nunca se queda 100% vacía, siempre hay un pequeño restante. Podrías hacer pipí todo el día, pero siempre habrá algún sobrante.
Lo que haces regularmente y sin empujar, es lo normal. Aunque, hacer pipí demasiado apurado y sin darte el tiempo de relajar los músculos para vaciar la vejiga, es malo, porque lo que te guardaste es un cultivo para las bacterias. También cortar el chorro, interrumpe el proceso natural de vaciado y genera problemas a largo plazo.
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