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¿Cómo se contagia la hepatitis C?

Tatuajes, jeringas, vía sexual y otros factores que te pueden contagiar.

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Se caracteriza por tener afinidad por el hígado y ser asintomática o hasta ser precursor de cáncer hepático. Imagina, actualmente la Organización Mundial de la Salud estima que en el mundo existen 71 millones de personas infectadas por este virus, o sea ¡muchísimas personas lo padecen! Es importante saber que esta enfermedad es más común en regiones de Europa y Mediterráneo Oriental. En México se considera que por lo menos 14 de cada 1000 personas están contagiados de esta enfermedad, sin embargo, no es una infección de alta prevalencia en el país.

¿Cómo me contagio?
El Dr. José Alfredo Vázquez Vázquez, especialista en Medicina Interna e Infectología quien es experto en hepatitis virales nos dará a conocer cuáles son las formas de contagiarnos de hepatitis C:

1. Consumidores de drogas o intranasales
2. Realizarse tatuajes y/o perforaciones con agujas no esterilizadas: Así que ya sabes, si estás por hacer esto primero asegúrate de ir a un sitio limpio y seguro
3. Personas que reciben transfusiones de sangre o productos sanguíneos sin analizar: Pero no te preocupes, en México los Bancos de Sangre se encargan de buscar esta infección y descartan los casos sospechosos, por lo que las transfusiones en México se consideran seguras
4. Vía sexual: Aun no se ha determinado qué tan alto es este riesgo, así que para evitarlo mejor protégete. Desgraciadamente también una mujer embarazada puede transmitirlo a su hijo, pero puedes evitarlo si te checas con oportunidad y planeas tu embarazo

¿Y si ya estás contagiado?
Una vez que tienes contracto con el virus, el periodo de incubación de la enfermedad puede ser de 2 semanas hasta 6 meses; de igual manera los síntomas son muy variables, la gran mayoría de los pacientes no presentan síntomas y solo 2 de cada 10 manifestarán molestias como fiebre, fatiga, falta de apetito, molestia abdominal, orina oscura, heces claras y una coloración amarilla de la piel y ojos.

Aunque no presentes síntomas, el diagnóstico es muy fácil, únicamente un par de muestras de sangre: la primera donde se determina si has estado en contacto con el virus (anticuerpos) y la segunda donde se confirma la presencia del virus (material genético). Esto determina si presentas una enfermedad aguda, crónica o hasta si has sido curado, ya que aproximadamente un 30% de las personas eliminan el virus sin necesidad de tratamiento en los primeros 6 meses.

Finalmente, el tratamiento, actualmente existen varios tratamientos orales, los cuales son muy efectivos y que en un periodo entre 2 y 6 meses casi el 98% de los pacientes se curan. Obviamente el hecho de curarte de una infección no significa que seas inmune a este virus, ya que existen 7 tipos diferentes de este virus y te puedes reinfectar.

Como no existe vacuna para prevenir esta infección, lo mejor es que te protejas evitando los riesgos para contraerla. Usa siempre preservativo, no reutilices jeringas o agujas; vacúnate contra hepatitis A y B, ya que una sobreinfección puede ser más grave; y acude con tu médico para más información.

Por José Alfredo Vázquez, especialista en Medicina Interna e Infectología.

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