Abuelita dime tú… Mitos y realidades de sus remedios

No todo lo que nuestros abuelitos dicen está mal, peeero tampoco está taaan bien, te decimos los mitos y realidades en este día del abuelo

Sí, más sabe el diablo por viejo que por diablo, y los abuelos se manejan una recetas que prometen quitar hasta el peor dolor de panza, la gripa más temeraria y el dolor de cabeza más infernal. Peeero, poniéndonos serios, ¿de verdad funcionan? Te contamos los mitos y realidades de los remedios de la abuela. 

 Mitos y realidades de los remedios de la abuela

El cólico infernal: Cuando éramos niños y teníamos cólicos, las abuelas corrían para darnos aceite de oliva, y eso hoy está más que prohibido para los bebés; o cómo olvidarnos de un poco de brandi en los dientes, ¡no, no! 

La tos de perro: La infalible era la miel de abeja con limón, que según ellas, sirve para el dolor de garganta, y déjame decirte que es verdad, ya que tiene un efecto antiséptico y antibiótico.

El calambre en el pie: el comer plátano para prevenir los calambres es fake y es que aunque esta fruta es rica en potasio, la verdad es que también necesitas magnesio y calcio para que sea un combo ganador.

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Esto de los mitos y realidades de las recetas de la abuela es algo tan investigado que la Doctora Valeria Edelsztein realizó varias investigaciones durante el 2011, y de hecho ha recopilado un montón de remedios que sí funcionan.

Ay mi diente: Según la experta, morder un clavo de olor con el diente que te está lastimando te va a quitar el dolor de volada, pero también lo hará la nuez moscada y la canela, esto debido a que las tres contienen una sustancia llamada eugenol, que es el mismo que usan los dentistas.

Visión de acero: Lo que sí es un completo mito, es comer zanahoria para mejorar la visión, ya que aunque sí ayuda incluirla en tu dieta, realmente no contiene ningún elemento que mejore nuestros ojitos.

Mareos del terrorsss: En el libro que publicó Edelsztein, también revela que el jengibre ayuda un montón a las embarazadas con el mareo y a ti también si sientes que se te está moviendo el piso.

¿Qué otros mitos y realidades de los remedios de la abuela conoces? Cuéntanos, ¿qué recetas no has dejado de aplicar?

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