¿Existe el perdón tóxico?

Todos hemos pedido perdón y hemos perdonado. Pero ¿puede que en algunas ocasiones no hayamos perdonado del todo?, esto es el perdón tóxico.

De pequeños nos enseñaron que cuando hacíamos daño a alguien debíamos pedirles perdón, y que cuando alguien nos pedía perdón debíamos perdonarles. Crecimos, y puede que esta idea de “perdón, borrón y cuenta nueva”, siga siendo el mantra que muchos utilizamos cuando alguien comete un error. Sin embargo no siempre es fácil perdonar, hay situaciones en las que el perdón parece casi imposible, y cuando una de las partes comienza a ejercer sobre la otra para aceptar la disculpa, es cuando se desarrolla el “perdón tóxico”. Si te suena familiar haberlo hecho, o que te lo hayan hecho, continúa leyendo, te explicamos más al respecto.

Hay ocasiones en las que nos sentimos presionados a perdonar cuando no estamos listos y entramos en un ciclo del perdón tóxico. El perdón tóxico es la forma poco saludable en la que pretendemos “superar” para lograr avanzar más rápido. Pero en realidad no se deja el espacio necesario para el perdón real, y continuamos con dolor. La mayoría de las personas que suelen tener prisa por terminar con los sentimientos, y olvidan que la forma saludable de perdonar a menudo toma tiempo.

Pero, ¿qué se puede hacer? La solución al perdón tóxico es decidir cuándo estamos listos para perdonar y cuándo no, ¿Qué? Lo que sucede es que no necesariamente debemos perdonar con menos frecuencia, sino que debemos hacerlo a nuestro propio ritmo. El perdón, tiene una versión saludable, y es cuando se acepta el evento o lo sucedido, se aprende a dejar ir parte de la ira y sentirse menos consumido por ella. Pero al final de cuentas debemos recordar, que el perdón es una elección. Creemos que no perdonar es ser malo con las personas, y no debe ser así, se puede no estar listo para perdonar lo sucedido, y ser amable con los demás.

Además, solemos creer que cuando perdonamos algo a alguien, ese evento ya no nos debería de lastimar, y no necesariamente es así.  Puede haber cosas o situaciones que nos recuerden ese dolor, y debemos recordar que el sanar es un proceso continuo que toma tiempo. Al final, el perdón es para el propio proceso emocional, así que depende de cada uno aceptar la situación.

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