¿Estás ahogado en cosas? ¡Deja de ser acumulador!

¿Guardas el papelito del chocolate que te regaló tu novia de secundaria?, ¿no tiras los botes de mayonesa por si luego sirven? Si el desorden ha llegado al punto de no poder entrar a un cuarto, ¡cuidado!

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Digamos que todo el desorden (literal) con el que vamos a llenar estas páginas empieza por una cosa muy natural en el ser humano: el apego. Surge en una edad muy temprana y tiene que ver con la rapidez con la que nuestro cerebro hace conexiones placenteras entre nuestro sentido de nosotros mismos y las cosas materiales a las que les colgamos nuestras cualidades o las de seres queridos. Este apego no desaparece mientras maduramos, persiste en la vida adulta, se vuelve cada vez más elaborado y puede acabar en un desorden patológico mortal: la acumulación compulsiva.

¿Tilichento o acumulador?

Según la Clínica Mayo, los siguientes son síntomas de que guardar los botes de crema, los papelitos de celofán, las camisas de la prepa y el bolo del bautizo de todos los sobrinos es un problema o el resultado de un trastorno:

-Tener varios espacios o la casa completa, atiborrados de cosas en completo desorden.
-Se incapaz de tirar cualquier cosa.
-Tener alteros gigantes de revistas, periódicos y basura.
-Mover cosas de un montón a otro sin deshacerse de nada.
-Recoger cosas que no necesitas.
-No hacer actividades cotidianas, procrastinar y tener miedo de tomar cualquier decisión.
-Ser perfeccionista al extremo.
-Tener apego excesivo hacia las cosas y angustia terrible cuando alguien se acerca a ellas.

¿Cómo es un acumulador?

No existe una respuesta exacta, pero se han encontrado las siguientes características en los pacientes:

Edad: es más común en adultos alrededor de los 50 años, pero empiezan entre los 11 y los 15. Durante esta etapa guardan juguetes rotos o todas sus tareas calificadas.

Traumas: muchos de ellos sufrieron un evento traumático y acumulan como un mecanismo de defensa. Comprar lo que sea o guardar todo los alivia momentáneamente de una pérdida porque llena vacíos emocionales.

Relaciones sociales: son personas asiladas y entran en un círculo vicioso en el que acumular los salva de la desolación. El apego que sienten por sus cosas es mucho más fuerte que el que sienten por las personas.

Personalidad: la mayoría de las veces, son personas indecisas y ansiosas.

Genética: es muy común que los acumuladores tengan algún familiar con el mismo problema.

¿Qué hacer?

Trata este problema es mucho más complicado que simplemente limpiar sus casas o tirar sus cosas; si esto se hace sin terapia, el acumulador simplemente empezará a recolectar más cosas. Si acumular es consecuencia de un trauma, una terapia conductual es efectiva porque enseña a la persona a lidiar con las emociones relacionadas con el evento y a buscar una manera sana de vivir el duelo.

Según el doctor David Tollin, director del Anxiety Disorders Center del hospital Hartford, en Estados Unidos, el tratamiento de este desorden puede durar años antes de tener un resultado; si bien las siguientes recomendaciones no tendrían por sí mismas la capacidad de curar a un paciente, pueden mejorarlo y pueden también servirte a ti si eres un tilichento y vives ahogado entre tus cosas.

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