Salud mental
Por: Sofía Leviaguirre
El Club de las 5 AM dice que levantarse antes del amanecer garantiza éxito. Peeero hoy te contamos por qué el club de las 5 am no funciona.
Si no has escuchado del Club de las 5 a.m., hoy te lo vamos a contar. Este club se ha convertido en un culto de la productividad, y sus miembros piensan que levantarse antes del amanecer garantiza éxito, enfoque y disciplina. Peeero en realidad, ¿qué tan cierto es? Te contamos por qué el club de las 5 a.m. no funciona o al menos, no es para todos.
Levantarse a las 5 a.m. no es una fórmula mágica ni una solución universal. Aunque celebridades como Anna Wintour o Michelle Obama juran que sí, expertos en sueño y salud mental coinciden en que su efectividad depende enteramente del cronotipo, o sea, del reloj biológico de cada persona. Intentar encajar a la fuerza en un horario que no va con tu propio ritmo interno puede terminar haciendo más daño.
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Depende. Si eres team morning people, madrugar te puede hacer sentir mil más productivo. Peeero, forzar el cuerpo a madrugar sin un descanso adecuado puede generar fatiga, irritabilidad y una falsa sensación de productividad. Lo que parece disciplina, muchas veces es agotamiento disfrazado.
En especial para las mujeres, esta cultura de “levantarse antes que el sol” puede agravar un problema ya existente: la carga del “doble turno”, es decir, combinar el trabajo profesional con las responsabilidades del hogar y los cuidados familiares. Por no decir que el estrés innecesario también puede traer un desbalance hormonal.
Esta obsesión con madrugar ha creado una cultura del sacrificio en donde el valor personal se mide por cuánto se produce y cuánto se renuncia. Dormir menos está romantizado, y descansar es casi casi en un lujo. Pero el cuerpo no olvida las horas que le deben: la deuda de sueño se acumula y termina cobrando factura en forma de estrés, ansiedad o baja concentración.
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El Club de las 8 es el hermano menor del Club 5 a.m. Su idea es simple, pero poderosa: no se trata de madrugar más, sino de respetar los propios ritmos. La productividad no depende de cuántas horas estés despierto, sino de tu capacidad para concentrarte sin distracciones y cuidar tu energía mental.
Por eso, el club de las 8 no te pone horario para despertar, sino para dormir: 8 horas diarias, como a ti mejor te funcionen. Así, si eres de los que se duermen a las 7 de la noche, pero despiertan a las 3 de la mañana, o si eres team me duermo hasta medio día pero me quedé trabajando hasta las 4 de la mañana, todo funciona. Porque lo más importante es aprender a escuchar el ritmo natural de tu cuerpo y respetar los horarios que te pide.
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