Salud mental
Por: Sofía Leviaguirre
Aprende a cuidar tu bienestar con consejos sobre cómo gestionar tu tiempo y energía con metas de salud mental.
Cuidarte no es un lujo, es una necesidad. Por eso te decimos cómo cuidar tu bienestar y las metas de salud mental que tu del futuro te va a agradecer.
La temporada nos hace querer decir que sí a todo. Cenas, intercambios, salidas, reuniones y viajes, pero todo eso puede saturar tu agenda sin que te des cuenta. El bienestar de fin de año comienza reconociendo tus límites. Si tu cuerpo pide descanso, dáselo. No necesitas justificar por qué decides quedarte en casa o por qué cancelas un plan.
El agotamiento casi siempre viene de la energía emocional que inviertes en cada asunto, no del tiempo que te toma. Fíjate en qué actividades te cargan y cuáles te drenan. Si una reunión te deja tenso o un evento te estresa, ve a menos cosas de ese estilo. En cambio, prioriza lo que te llena de tranquilidad, desde caminar, leer o cocinar, hasta atender reuniones familiares. Cada persona es diferente, conocerte es clave para saber qué hacer y qué no.
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No se trata de restringirte, pero sí de mantener hábitos que estabilicen tu energía. Come porciones razonables, no te saltes comidas y equilibra los excesos con opciones frescas y ligeras. Mantente hidratado, come frutas y verduras y evita ayunos prolongados. Piénsalo, si la cena es el viernes, de lunes a jueves tú come como siempre, con horarios y balance.
No necesitas toda la tarde libre para descansar. Puedes crear micro descansos: cinco minutos para respirar, estirarte, cerrar los ojos o simplemente soltar el celular. Estas pausas cortas ayudan a reducir el estrés acumulado y bajan el ritmo acelerado que domina fin de año.
Los gastos navideños son una de las principales fuentes de preocupación. Define un presupuesto realista antes de comprar regalos, decorar o salir a cenar. Elegir regalos con intención en lugar de cosas costosas ayuda a evitar el estrés y las deudas y te permite disfrutar la temporada.
Te lo hemos dicho mil veces: dormir bien es clave para mantener estabilidad emocional y física. Intenta respetar una hora de sueño rutinaria, evita el exceso de alcohol y limita el uso de pantallas antes de dormir. Si tienes eventos nocturnos, compensa al día siguiente con siestas cortas o una noche más larga.
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El ejercicio es una de las herramientas más efectivas para regular el estrés de fin de año. No necesitas una rutina intensa. Caminar, bailar, hacer estiramientos o una sesión breve de ejercicio suave puede ayudar a equilibrar tu estado de ánimo y despejar tu mente. Si vas a salir, dale una visita al gym del hotel o inscríbete en alguna de las clases de yoga que muchos lugares ofrecen.
La saturación digital aumenta durante diciembre. Entre chats, fotos, compras y redes sociales, tu atención se fragmenta. Reserva momentos sin teléfono para reconectar contigo, con lo que sientes y con lo que necesitas. La claridad mental llega cuando hay silencio alrededor.
El fin de año puede darnos nostalgia, cansancio, ansiedad e incluso tristeza. No ignores esas emociones. Reconócelas sin culpa. Ser honesto contigo te ayuda a cerrar ciclos de manera más sana y a iniciar el nuevo año con más ligereza emocional.
Cuidar tu bienestar en fin de año es un acto consciente de respeto hacia tu cuerpo, tus emociones y tus límites. Cuando eliges pausas, estableces prioridades y te escuchas, te das la oportunidad de terminar el año con equilibrio y comenzar el siguiente con una energía más limpia y sostenida.
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Por: Sofía Leviaguirre