Salud
Por: Sofía Leviaguirre
La menopausia llega sin aviso. Por eso, aquí te dejamos los 4 errores que están saboteando tu peso en la menopausia.
La menopausia llega con todo: sofocos, noches de insomnio, cambios en la piel, y sí… ese misterio eterno de por qué ahora subes de peso aunque comas igual que antes. Pero te lo decimos desde ahora, no eres tú, son tus hormonas. Aunque sí hay cosas que podemos hacer diferente para combatirlo. Por eso, aquí te dejamos las cosas que te impiden bajar de peso en la menopausia.
La ginecóloga Luciana Bergamaschi lo explica clarito: al bajar los niveles de estrógeno y progesterona, tu metabolismo basal puede disminuir hasta un 30%. O sea, tu cuerpo gasta menos energía en reposo, y lo que antes quemabas sin darte cuenta ahora se guarda como pancita de recuerdo.
El problema en realidad es cuando seguimos aplicando las mismas rutinas de siempre, sin darnos cuenta de que esta nueva etapa requiere ajustes estratégicos. Aquí es donde entran en juego estos 4 errores muy comunes que, sin querer, nos están haciendo la vida más difícil y la báscula más cruel.
El primer error es olvidarse de los ejercicios de fuerza. Amamos el cardio (zumba, spinning, caminatas eternas), peeero si no trabajas tus músculos, la pérdida progresiva de masa muscular avanza sin piedad. Y menos músculo es sinónimo de metabolismo aún más lento.
El segundo error es el alcohol. Justo en esta etapa nuestra vida social está en su punto y entre copitas de vino y gin tonics, y por ahí se nos cuelan calorías vacías que se van directito a la cintura. Y no, no sirve eso de “pero el vino es antioxidante”, porque el cuerpo igual lo procesa como azúcar. Así que a decidir entre el postre y el vino, y todo siempre con medida.
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No es que haya que entrar en dietas extremas, pero sí reconocer que lo que antes funcionaba ya no. El metabolismo más lento requiere menos calorías y más calidad en los alimentos: proteínas magras, verduras, fibra y grasas buenas. Seguir comiendo como a los 30 solo garantiza frustración.
Creer que con ir al gimnasio ya está todo resuelto es un error colosal. Ir a entrenar una hora y luego pasar el resto del día sentado frente a la compu no compensa. La clave está en mantenernos activos todo el día: subir escaleras, caminar, bailar mientras cocinas. Movimiento constante, aunque sea pequeño, es mejor que intensear una hora y después olvidarnos de todo.
Ajustar hábitos y abrazar nuevas rutinas puede marcar la diferencia entre una menopausia llevadera y una época de tortura leeenta.
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Por: Sofía Leviaguirre