Salud mental
Por: Mariel Arizmendi
Deja atrás esa procrastinación y las excusas y aplica este método para crear un nuevo hábito en cinco pasos por Mel Robbins
Crear un hábito no es cosa fácil, ni para el más motivado del grupo. Eso de despertarte temprano para correr o decirle adiós a los antojitos para comer más sano suena muy bien en tu cabeza… hasta te ponen un pan en frente. ¿La razón? Tu cerebro ama la rutina y le saca la vuelta a cualquier cambio. Por eso te sabotea, te pone mil pretextos y terminas repitiendo la frase clásica: “el lunes empiezo”. O peor: “el próximo año ahora sí va en serio”. Pero tranqui, que aquí te vamos a contar cómo hacerle para crear un hábito que dure con el método de Mel Robbins.
Esos propósitos que arrastras desde 2020 (sí, esos mismos que empiezas con toda la emoción y abandonas a los pocos días) no fallan porque seas flojo… es porque crear hábitos nuevos es cosa seria. No basta con ir al gym una semana y esperar que tu cuerpo diga: “ya, listo, soy fit”. De hecho, un estudio de Strava reveló que la mayoría tira la toalla el día 19. ¿La razón? Cuando intentas cambiar un hábito, tu cerebro tiene que reconfigurar sus rutas neuronales, hacerle un upgrade a su sistema interno, y eso no pasa de la noche a la mañana. En promedio, se necesitan entre 18 y 66 días para que un hábito se quede a vivir contigo. Así que no, no eres tú… ¡es tu cerebro! Pero sí se puede, no te rindas.
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Este método para crear un nuevo hábito en cinco pasos, diseñado por la autora Mel Robbins, es un buen punto de partida para empezar a crear la rutina que dure, toma nota:
Hay dos personas en el mundo, los que internalizan sus metas, o sea que se las guardan para ellos, y los que las externalizan, los que las cuentan, las hacen visibles y las demuestran con cosas simples como poner una nota en el refrigerador con tus objetivos. Y de acuerdo con Robbins, las personas que externalizan sus metas tiene el doble de posibilidades de alcanzarlas, porque apoyas a tu yo del futuro y le recuerdas que lo está logrando.
Lo puedes hacer con cosas simples, como una nota, un recordatorio en tu computadora, o por ejemplo, si tu objetivo es leer más, colocar un libro en tu mesita de noche para recordar que antes de dormir debes leer.
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Es CLAVE si de verdad quieres lograr tus objetivos. Porque por más motivado que estés por comer bien, si tienes las papitas mirándote con ojos de “cómemeeee” todo el día, vas a caer. Sobre todo en los primeros días, cuando tu nuevo hábito apenas está en pañales y tu fuerza de voluntad está en modo prueba gratis. Dependiendo de lo que quieras lograr, son las cosas que aplicas. Desde sustituir las tentaciones con algo que sÍ entre en el objetivo, o deshacerte de ellas por completo. Por ejemplo si estás en una dieta, busca snacks saludables para no caer en los antojitos de media noche.
Hacer el seguimiento de tu proceso, es parte del paso uno, hacer visibles tus metas y tus intenciones. Ver cómo vas avanzando y cómo logras lo que quieres también te sirve de motivación y te da una dosis de dopamina para seguir. Puede ser de manera digital, en notas, fotos o en aplicaciones que te permiten llevar tu registro, como Notion. También puede ser un registro escrito, puedes hacer journaling en un cuaderno.
Y eso sí, una cosa que menciona Robbins es que no pasa nada si faltas un día, eso no significa que ya fallaste y que no lograrás tu meta. Aún se puede, la clave está en llevar el seguimiento y retomar el camino.
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Tan simple como apuntar lo que harás en tu agenda de la semana. Por ejemplo si estás siguiendo una dieta, puedes escribir y preparar qué es lo que vas a comer cada día, eso también te funciona para comprar solo lo que necesitas. Pero ojo, la consistencia es clave, no es solo planear la primera semana, sino hacerlo a menudo. Esto además de ayudarte con tu objetivo, también te volverá una persona más organizada.
Como parte de la planeación, también puedes incluir los contratiempos. Por ejemplo, planear los ejercicios que harías si un día no te sientes con mucha fuerza, o planear qué harás si vas a un evento en el que la comida no es parte de tu dieta.
Lo mejor si estás empezando a crear un nuevo hábito y hacerlo parte de tu rutina, es hacerlo en la mañana. Usualmente en las noches ya estás más cansado y desmotivado. Por eso, deberías intentar hacer la mayor cantidad posible de objetivos por la mañana, que es cuando hay mayor fuerza de voluntad.
Hay más probabilidad de que cumplas tus metas en la mañana que en la noche cuando lo único que quieres es acostarte después del día, entonces aprovecha ese momento. Aunque esto signifique incluir el hábito de levantarte temprano también.
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