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01-07-2025 07:50:17
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El malo del cuento: ¿Por qué te enamoras de quien no debes?

Amor y parejas

El malo del cuento: ¿Por qué te enamoras de quien no debes?

Por: Feggy Ostrosky

A ver, ¿con quién preferirían cenar? ¿Blanca Nieves o la bruja?, ¿Peter Pan o Garfio? ¿El Guasón o Robin?, ¿Maléfica o la Bella Durmiente? Son más interesantes los malos, ¿o no? Te contamos por qué amamos a quien no deberíamos.

Todo depende de la personalidad de cada uno, pero casi siempre nos atraen los villanos por las emociones fuertes que nos transmiten, porque cuando nos identificamos con ellos, nuestro cerebro produce noradrenalina y hasta se nos acelera el corazón con las fechorías que son capaces de hacer. ¿Por qué te enamoras de quien no debes? Porque es una forma bastante segura de acceder a los malos sentimientos sin dañar a nadie.

¿Por qué te enamoras de quien no debes?

Los malos tienen licencia para actuar como les dé la gana, pueden con todo eso que nos encantaría hacer, pero que nuestra moral no nos permite. La maldad nos atrae porque los “malos” proyectan mucha seguridad, enamoran mucho más fácil a quienes son incapaces de satisfacer sus necesidades sociales y su fantasía más profunda es conseguirlas, a como dé lugar y con cualquier método, sea bueno o malo. Es bastante lógico, estaría difícil identificarse con las víctimas porque proyectan debilidad y obvio no nos gusta jugar ese papel. 

El psicólogo ruso Iván Pávlov dice que amamos a los “malos” porque los asociamos con fuerza, irreverencia y libertad, ¿es que a quién no le gusta eso?

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Lo que nos hace amarlos

  • Poder: Los superhéroes también tienen poder, la diferencia es que casi no lo utilizan para beneficiarse, es para salvar al mundo o para hacer tareas, que, sinceramente, suenan titánicas e implican sacrificios. Cuando los villanos pueden imponer su voluntad sin restringir sus deseos.
  • Libertad: Los buenos no pueden darse el lujo de ser impulsivos o hacer cualquier locura que pase por su mente, pero a los malos les tiene sin cuidado lo que piensen de ellos y hacen lo que se les pega la gana sin asumir ninguna consecuencia y sin sentir el más mínimo asomo de culpa.
  • Culpar a las víctimas: El psicólogo Melvin Lerner observó el fenómeno del “mundo justo”: asumir que, de cierta manera, las víctimas merecen ser víctimas, o sea, que merecen lo malo que les pasa. Es mejor ser villano que ser víctima: el enojo se siente mejor que la ansiedad o el miedo.
  • Explorar lo desconocido: Esta curiosidad poderosa nos hace preguntarnos sobre todo lo que no conocemos, incluyendo nuestros peores demonios. 
  • Venganza: Una persona que siente que el mundo está en deuda con ella en el fondo siente deseos de vengarse, y por eso puede apreciar los planes vengativos que se maquilan en las mentes vengativas de los malos. Muchos podemos experimentar fascinación y sentimientos de reafirmación o respeto.

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Cuando el villano inspiró demasiado 

La película Asesinos por naturaleza, de Oliver Stone, ha inspirado varios crímenes. Entre ellos el caso de un tipo llamado Eric Tavularis, quien declaró haber visto la película más de veinte veces antes de matar a su novia en Milwaukee. Se dice que Eric Harris y Dylan Kleblold, autores de la masacre de Columbine, estaban obsesionados con Mickey y Mallory Knox. 

En Inglaterra, varios fiscales consideraron La Naranja Mecánica, de Stanley Kubrick, como inspiración de varias atrocidades. Una vez agarraron a dos personas vestidas como Alex DeLarge, después de haber violado a una chava en Lancashire, cantando, según las declaraciones, Singing in the Rain

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Por: Feggy Ostrosky

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