Salud
Por: Berenice Villatoro
Si no tienes ni idea de qué es la resistencia a la insulina, o por qué es peligrosa para ti, te urge leer esto y aprender a cuidarte mejor.
La resistencia a la insulina ocurre cuando las células de tu cuerpo dejan de responder adecuadamente a la insulina, que es la hormona encargada de ayudar a que la glucosa entre en las células para ser usada como energía.
Por eso, le preguntamos a nuestra endocrinóloga de cabecera Tatiana Piña, cómo entender todo lo que le pasa a nuestro cuerpo cuando nos llega este término en la consulta. “En la resistencia a la insulina, lo que pasa es que una sola molécula de insulina, no puede meter una molécula en glucosa. Entonces tiene 2 y a veces no funcionan y a veces necesitas 3 o 10 o 15, moléculas de insulina para meter una sola molécula de glucosa”.
Es en este momento, que el páncreas intenta compensar produciendo más insulina, pero con el tiempo este esfuerzo puede fallar, lo que lleva a niveles altos de azúcar en la sangre.
“Cuando la insulina se sube, pero mantenemos un nivel de glucosa normal, eso es resistencia a la insulina, todavía no es ni un estado de prediabetes, pero le llamamos así porque si no hacemos algo al respecto, esa insulina va a disminuir la glucosa, y se va a empezar a elevar en la sangre, y si esto pasa ya se llama diabetes”, aclara.
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Esta enfermedad es silenciosa al inicio, por eso es clave detectarla a tiempo y tomar medidas como mejorar la alimentación, moverse más y cuidar el peso. “Ejercicio, el ejercicio es la respuesta. No necesitamos inicialmente medicamentos, necesitamos hacer ejercicio”, nos recomienda Tatiana.
Comer más verduras, proteínas magras, granos enteros y grasas buenas, como aguacate o aceite de oliva, que te ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre. Los carbohidratos simples, el pan blanco, dulces, refrescos, disparan la glucosa y eso empeora la resistencia.
Si vives estresado, tu cuerpo libera cortisol, que puede hacer que suba la glucosa en sangre. Practicar respiración profunda, meditación, mindfulness o simplemente darte tiempo para desconectar puede ayudarte a mantener todo en equilibrio.
Descansar mal o pocas horas afecta el metabolismo y empeora la resistencia a la insulina. Intenta crear una rutina para dormir, evita pantallas antes de acostarte y busca descansar entre 7 y 9 horas diarias.
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