Odio mi trabajo ¿Y ahora, qué hago?

Tres consejos básicos para aguantar vara en el trabajo... o de plano decir adiós.

Compartir

De acuerdo con un reporte de la Sociedad de Gestión de Recursos Humanos, solo el 38% de los trabajadores a nivel mundial se encuentran “muy satisfechos” con su trabajo. El resto:“algo satisfecho” u “odia su trabajo”.

¿Cuáles son las razones de la insatisfacción laboral?

  • Te especializaste en una cosa y ejerces otra
  • Sabes hacer las cosas de una manera y te obligan hacerla de otra
  • El trabajo puede ser demasiado o no suficientemente exigente
  • Te hace falta una capacitación para el puesto y nunca te la dan
  • No te sientes muy seguro para el trabajo
  • Mala relación con tus compañeros de trabajo o jefe
  • Un empleo mal pagado
  • Un empleo en malas condiciones
  • Ya estás cansado de trabajar tantos años
  • Llevas años en el trabajo y no creces
  • Son muy rígidos en el trabajo y no te dan permisos para nada
  • Te queda muy lejos de tu casa y ya no tienes vida

¿Te suena?

¿Qué hacer para dejar de odiar el trabajo?

 

1. Te adaptas:

Haz una rápida autoevaluación.

Debes comenzar por preguntarte: ¿Por qué odio mi trabajo actual? ¿Es ésta una nueva sensación o siempre me ha disgustado? ¿Es la gente con la que trabajo, las tareas que debo hacer, la cultura de la empresa?

Averigua si es contigo o con el trabajo con lo que no estás satisfecho.

Una vez que has hecho una autoevaluación, es importante determinar si las cosas con las que no estás contento tienen que ver contigo o con el trabajo.

Cambia tu actitud.

Sé profesional y sigue adelante con tus responsabilidades. Si te despiden será mucho más difícil encontrar tu próxima oportunidad”.

Establece tus metas profesionales.

Piensa en dónde quieres estar en cinco años. “¿Tu puesto actual te ayudará a llegar?”. “Si no, ¿qué harías? Y ¿cómo puedes avanzar hacia esa meta?” Si sabes lo que quieres lograr y dónde quieres estar, puedes poner las cosas en perspectiva.

2. Modificas el entorno:

Habla con tu jefe.

Si no estás feliz con tu horario, tu sueldo o los proyectos que te son asignados, debes decirle a tu jefe.

No te desquites con los demás.

No trates a tus clientes o compañeros de trabajo mal porque eres infeliz en tu trabajo, y definitivamente no ten pongas a chismear o quejarte de ellos.

Cambia de trabajo sin cambiar de empresa.

Si estás contento con tu empleador, pero no con su función específica o jefe, considerar cambiar de trabajo dentro de la organización, o cambiar tu posición actual para que se adapte mejor a tus necesidades y/o metas.

3. Cambias de entorno:

No renuncies de inmediato.

Si tienes un trabajo con un sueldo decente y que no es insoportable, considera quedarte donde estás.

Sé profesional.

Incluso si vas a renunciar, sigue haciendo bien tu trabajo. De esta manera, cuando decidas salir, tendrás buenas recomendaciones. Y si tu situación mejora y decides quedarte, no te sentirás apenado de tu comportamiento. Recuerda: nunca es una buena idea quemar las naves, no importa cuán insatisfecho te sientas con tu empleador o tu trabajo.

Si estás en una situación en la que su trabajo es intolerable o peligroso, debes renunciar.

Si no estás a gusto en tu trabajo porque no estás satisfecho con tu vida, la solución puede ser buscar ayuda profesional.

¿Te gustó esta nota? Califícala

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (3 votes, average: 4.67 out of 5)
Loading...
Compartir
mm
Neuropsicólogo, psicoterapeuta familiar y de parejas, con la especialidad en niños y adolescentes. Y creador de la corriente psicológica “Reestructuralismo Sistémico”. institutopsiqueac@hotmail.com

Sé el primero en comentar este artículo

Dejar una respuesta