¿Cómo hacer que te guste el ejercicio?

No hagas lo que esté de moda, haz lo que necesites para lograr tus metas y adáptalo a lo que más te gusta hacer

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Una disculpa de antemano, pero si no te gusta hacer ejercicio ¡nunca lo vas a amar! Pero eso no quiere decir que no lo disfrutes, siempre y cuando sigas estas estrategias.

Por ejemplo, es como cuando no te gustan las ensaladas, pero si mentalizas que comerlas entre semana es tu “pase automático” para comerte una pizza el fin ¡la cosa cambia! Es cuestión de encontrar la ganancia de ejercitarte.

De acuerdo con un un estudio reciente del BMC Public Health, publicado en Time más mi experiencia de años te digo cómo “reprogramarte” para que lo hagas ¡sin sufrir!
En esta investigación, se explica que la gente puede aprender a disfrutar el ejercicio, solo cambiando su mentalidad, es decir: Si piensas que es una tortura y que es aburrido y doloroso ¡Así será! Somos lo que pensamos y nosotros creamos el entorno, por eso ¡cambia la forma de verlo! De verdad, no es una idea romántica, solo debes encontrar tu motivador. ¡Está en ti la solución!

Haciendo un seguimiento orgánico de la nota ¿Por qué “nos da rebote” luego de la dieta?, LO PEOR QUE PUEDES HACER ES (y ahí les hablan a varios):

“Hacer ejercicio con la mentalidad de que es para bajar de peso o ponerte ma__do. Porque si no lo logras, ¡lo vas a dejar! Y cuando lo logres ¡También lo vas a dejar!”

Por otra parte y de la mano del no hagas ejercicio por moda. Haz el que se te antoje, aunque te digan que no sirve, por ejemplo, van a consulta chicas u hombres que hacen cierto ejercicio “porque les dijeron o leyeron” que era lo mejor, pero si no lo disfrutan ¡será una tortura!

Si necesitas hacer pesas porque estás muy delgado, pero lo odias ¡Haz pesas un par de días! Y como recompensa, otros días corre, baila, nada, haz yoga.

Volviendo al estudio liderado por la Dra. Michelle Segar, (autora del libro “No Sweat: How the Simple Science of Motivation can bring you a Lifetime of Fitness” ) se encontró que entre las 40 mujeres (de 22 a 49 años) que participaron, todas querían:

  • Tener buenas relaciones interpersonales con otros.
  • Sentirse relajadas y libres de presiones durante su tiempo de esparcimiento.
  • Lograr metas que ellas mismas se ponían (de vida personal, laboral o cotidianas).

La GRAN diferencia que se encontró fue que:

  • Las mujeres que no entrenaban (o lo hacían un tiempo y lo dejaban) era porque sentían que el ejercicio interfería en alguno de los puntos anteriores, les quitaba tiempo de su vida social.
  • Otras sentían que si no era un entrenamiento intenso, diario, de horas y que acabaras muerto ¡no servía de nada! Y les generaba ansiedad.
  • También había mujeres que sentían que entrenar les generaba mas presión, estrés y frustración, si no lograban cumplir la meta –generalmente poco realista-.
  • Las que hacían ejercicio, consideraban que entrenar iba de la mano con su misión y deseos de vida; y les ayudaba a cumplir sus deseos y objetivos.
  • ¡Este simple pensamiento en la forma de percibir y vivir el ejercicio, puede hacer la diferencia!

La Dra. Segar sugiere que en lugar de creer que el ejercicio es una forma de aislarte y estresarte, lo veas al revés: como una forma de relajarte (fisiológicamente comprobado) y además ¡es una opción para conocer gente!

¡Haz el ejercicio que más te guste! Donde quieras, cuando quieras y con quien quieras…

Sigamos platicando en mi Instagram en donde subo imágenes que vas a amar @keifitmx

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