Planetas retrógrados y la pausa eterna en la que estamos

¿Qué significa?, ¿cuándo termina? Aquí van las respuestas

No, en esta ocasión no es Mercurio el que está poniendo el desorden, sino casi todos los demás: Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón (Marte se les une el 10 de septiembre), están retrógrados… 

 

Si sientes como que este 2020 nos tiene a todos medio noqueados y flotando en una nata que no fluye ni pa’ tras ni pa’ delante; si traes el pie pisando el acelerador a fondo, pero al mismo tiempo parece que traes puesto el freno de mano; si tienes la sensación de que todo está a punto de pasar y a la vez no pasa nada, estás con la intuición bien afinada porque justo eso describe el movimiento retrógrado de tantos planetas: la famosa calma chicha nos ataca.

2020 sin duda es un año de transmutación: los cambios que estamos atravesando a nivel individual y colectivo son irreversibles. Como siempre, algunas cosas empeoran y otras mejoran, lo cierto es que con tanto movimiento, es lógico que se necesite un periodo de “digestión” y en esas andamos desde agosto y seguiremos así durante varias semanas.

Como todo lo que pasa está diseñado para apoyar nuestra evolución, ahí te van las cosas buenas que podemos obtener de este periodo:

+ La retrogradación sirve para ir hacia adentro, reflexionar, digerir y aprender las lecciones de cada experiencia.

+ Hay que regresar sobre nuestros pasos para corregir el rumbo justo ahí donde hayamos dado un mal giro.

+ Retrógrado significa regreso: acércate a tu familia, quédate en casa y repara desde la raíz lo que ha crecido chueco.

+ Reconecta con tu niña interna o niño interno, pues en la energía pura de nuestras versiones infantiles está la clave de nuestro potencial y de lo que realmente somos y deseamos.

 

¿Cómo sobrevivir dignamente esta racha y no terminar con el manicure?, checa:

+ Mantén una conexión sana, nutrida y estimulante con el mundo exterior, o sea, haz zooms con tus amigos, sal a algún plan al aire libre y con tapabocas con tu gente querida, etc.

+ No te paralices. Aunque sea con pequeñas acciones mantén todas las zonas de tu vida en movimiento: haz llamadas que fortalezcan tus lazos profesionales, ejercítate, cuida tus hábitos, replantea tus finanzas, haz los trámites que puedas, etc.

+ Ponle congruencia a tu perspectiva y no te desfases de la realidad; evadir o construir ficciones son actividades estériles y, a la larga, muy costosas.

+ Organízate una videoterapia y recibe la perspectiva y la contención que necesitas para salir de cualquier estado emocional tormentoso en el que te encuentres.

+ Recuerda que la sensación de que no avanzas es porque estamos acostumbrados a medir el avance exterior, pero no el progreso interior y en estos meses de tantos retos, seguro que muchísima gente ha madurado y aumentado su sabiduría personal.

+ Respira: si las cosas no tienen definición por el momento, pues relájate que todo, absolutamente todo, está en cambio constante. Haz yoga, estírate, medita y confía en la vida y sus procesos.

+ Mantén viva la esperanza en ti, en tu camino, en el mundo… SIEMPRE.

¿Cuándo salimos de esta bella nata en la que estamos flotando?

Júpiter es el primero que se libera de este bloqueo el 13 de septiembre. Le sigue Saturno el 29 de septiembre, después Plutón el 5 de octubre, Marte el 14 de noviembre, Neptuno el 29 de noviembre y Urano el 14 de enero, momento en el que ya estaremos en otro ciclo, bien curtidos, para seguir luchando por y para la luz.

Debemos prepararnos para esa especie de oleaje que durante los próximos meses estará regresando a la playa después de haberse retraído. Continuará la avalancha de cambios, sucesos y eventos, que son resultado de todo lo que se ha estado cocinando. Algunas cosas serán buenas y otras malas, pero sea lo que sea, es parte de este espectacular viaje llamado vida, al cual todos nos inscribimos en un nivel de conciencia superior. Entonces pues a seguir aprendiendo, viviendo valientemente y encontrando las miles de razones para conectar con la simple y pura alegría de vivir.

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