Lo que nadie te dice de tener un papá famoso

Como hija de Emmanuel, GIOVANNA nunca vivió una realidad donde su papá no fuera famoso. Hoy habla de los pros y los contras de haber tenido que “compartir” a su papá con el público

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LO MEJOR
Siempre ha sido muy padre ver a mi papá en el escenario y a miles de personas aplaudiéndole, pero lo mejor fue poder viajar por todo el mundo y conocer lugares increíbles con un trato tan especial. Fue un privilegio, más porque era una edad en la que podía faltar a la escuela pero mi mamá se encargaba de que estudiáramos. Solo tuve que pedir un permiso especial cuando nos fuimos a la India a grabar el video de “Esta aventura”.

CUANDO NO ESTABA
Lo que no era tan padre eran las ausencias largas. Hace poco me encontré un diario de cuando tenía siete años y decía: “Ya se va mi papá otra vez, pero no voy a chillar porque sé que va a regresar”. Mi hermano ni siquiera entendía que el señor de las fotos de la casa era el mismo que estábamos viendo cantar en la tele. Pero eso sí, SIEMPRE estuvo presente en nuestras vidas. Mi mamá nos hacía marcarle para pedirle permisos o contarle lo que nos pasaba, sin importar dónde estuviera.

LO RARÍSIMO
Ver a tu papá darse besos con otras mujeres [en videos] es extrañísimo. Después cambió eso, pero las mujeres le seguían gritando, desmayadas y aventándole bras al escenario. Aunque nunca estuve horrorizada como mi hermano, estoy segura de que no era fácil.

Y ESTE ¿QUIÉN ES?
Es raro que se te acerque la gente sabiendo quién eres cuando tú nunca has visto a esa persona en tu vida, pero yo jamás viví otra cosa. Sien
do la primera hija de Emmanuel, que seguro fue nota des- de que nací, quien se acercara me decía, “hola Giovannita”. Pero aprendí a verle el lado amable a que llegaran a decirle cosas bonitas a mi papá, hasta la fecha es así y me llena de orgullo.

NI PA’ REZAR
No era cosa sencilla salir con mi papá en los 90. No había lugar donde no nos detuvieran, se nos acercaran o se pusieran a cuchichear cuando entrábamos; y mi papá no se negaba a una sola foto. Eso sí, hay un mo
mento para todo y cuando la gente le pide fotos en misa, ahí sí que no. Es un momento sagrado para la familia.

LA NIÑA NUEVA
Siempre supe que mi vida era diferente a la de los demás niños en algo. Recuerdo que las misses se emocionaban cuando mi papá iba por mí, pero de chiquita no me importaba. Lo que sí fue difícil fue cambiarme de escuela a los 13 años, cuando lo último que quieres es que te señalen. Me costó mucho trabajo que la gente se quitara los prejuicios y empezara de cero a conocerme.

BAJO LA LUPA
Es una realidad, la gente te tiene en la mira cuando eres medio famoso. Yo me tardé mucho en dejar de estar tan consciente de todo lo que hacía. Y en muchas cosas sí te tienes que contener, hay reacciones humanas que tienes que suprimir, porque eres “la hija de”. En ese entonces no había redes sociales por fortuna, pero lo que sí tienen a su favor es que muestran a los artistas un poco más terrenales: salen de pants, bañan a sus perros, cocinan, cosa que antes no, ¡antes eran inalcanzables y sus vidas eran “perfectas”!

Si me volviera famosa mañana, sí tendría que explicarles a mis hijos que su vida cambiaría de forma drástica, pero yo nunca conocí algo distinto y tuve un papá maravilloso, cercano y cariñoso que no cambiaría por nada del mundo. 

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