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Por: Revista moi
¿Dejará de ser la persona más poderosa de Vogue? Aunque vienen cambios importantes, parece ser que no se irá a ninguna parte. Te contamos por qué.
Después de 37 años al frente de Vogue Estados Unidos, Anna Wintour, le dice adiós a la dirección editorial. Ojo, que no se va del todo, sigue siendo la jefa global de contenido de Condé Nast y la directora editorial global de Vogue. Es como si la promovieran para mover los hilos desde más arriba. Pero sí, es una notica global que deje el puesto después de ser un icono en la moda y en la industria. ¡Su huella está por todos lados!
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En realidad, este movimiento de Anna no es casualidad, es parte de una gran movida de ajedrez en Condé Nast. La empresa está juntando todas sus operaciones editoriales a nivel mundial. Así que, aunque Anna deje el timón de Vogue USA, en realidad está tomando un control más grande de todo. ¿Quién se queda en su lugar? Ni idea, pero ya hay algunos nombres importantes y lo más seguro es que empiecen a hacer ruido muy pronto.
Imagínate, antes de Anna, las portadas de Vogue eran solo para modelos, casi siempre las del momento. Pero ella, con esa visión, vio que el mundo estaba cambiando y que la gente quería ver a sus actores y cantantes favoritos. En 1988, su primera portada fue la modelo Michaela Bercu, con unos jeans. ¡Sí, jeans en Vogue! Algunos la juzgaron pero para otros fue toda una revolución. Después de eso, abrió la puerta de par en par a las estrellas de Hollywood, músicos, deportistas, y hasta políticos: Beyoncé, Madonna, Oprah, Michelle Obama… por nombrar algunos. Esto hizo que Vogue fuera mucho más popular y de paso, marcó una tendencia que hoy vemos en todos lados.
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Esos looks espectaculares que ves cada año, bueno, tienes que darle las gracias a Anna Wintour. Cuando ella se hizo cargo en 1995, convirtió el Meet en el espectáculo de moda, arte y glamour más importante del año. Es un show que junta millones para el Costume Institute del Museo Metropolitano de Arte y que tiene al mundo entero pegado a la pantalla y al celular, esperando ver los looks más espectaculares y cómo interpretan los temas. Sin duda, transformó una simple cena de gala en el evento cultural más top del mundo.
Aunque muchos la veían como la Miranda Priestly de El Diablo Viste a la Moda, Anna Wintour impulsó talentos. A través de programas como el CFDA/Vogue Fashion Fund, les dio un empujón enorme a diseñadores que apenas empezaban, como Marc Jacobs, Alexander McQueen, John Galliano y Thom Browne. Les abrió las páginas de Vogue y les dio acceso a un mundo de contactos que de otra forma sería imposible. Ella no solo seguía las tendencias, las creaba al apostar por las mentes más brillantes.
Cuando Internet llegó a arrasar con los medios de comunicación, muchas revistas tradicionales la pasaron mal. Vogue tuvo que adaptarse. Aunque ella siempre fue fan del papel y de lo exclusivo (es famosa su frase de que no quería “la primera fila en streaming” en los desfiles), al final entendió que la revista tenía que estar donde estaba la gente: en redes sociales y en nuevos formatos. Su gran logro fue mantener el prestigio de Vogue como la “biblia de la moda” en un mundo donde todo es digital.
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Anna Wintour fue mucho más que una editora, se volvió la imagen de la marca. Sus lentes oscuros y su corte de pelo son icónicos y reconocibles en cualquier parte del mundo. Fue, y sigue siendo, la persona más poderosa e influyente en la industria. Su personalidad inspiró películas y mantuvo a Vogue siempre en el centro de todo. Su visión fue clave para que Vogue se mantuviera en la cima por casi cuatro décadas, así que sí, su decisión es un momento muy importante para el mundo.
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