20 palabras que no creerías que son aceptadas por la RAE

Haiga, Ño y Finde son algunas de las palabras que avala la academia de la lengua ¡Checa cuáles otras!

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Por Paulina Chavira

La Real Academia de la Lengua Española es solo una de las 23 academias que conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), que edita el Diccionario de la lengua española (DLE) donde están toooodas las palabras que usamos en el español.

Nació en 1713 y se le considera la ama, señora y guardiana de nuestro idioma. La RAE no es una institución pública como se puede llegar a creer, sino privada. No existe en realidad un organismo estatal en España que regule el uso del lenguaje.

¿Cómo entra una palabra nueva en el diccionario?

Desde que existe la academia se han estado registrando y aceptando palabras nuevas, lo que da la “aprobación” a estas palabras es el uso. Estas palabras van apareciendo a través de una gran base de datos, el Corpus del Español del Siglo XXI.

Esa base de datos proporciona la palabra y el contexto en el que aparece para que puedan ver y aplicar exactamente su significado. Así, detectan la aparición de nuevas palabras o bien, de nuevos significados de palabras que ya están en el diccionario.

La introducción de una palabra en el diccionario nunca nace de una voluntad individual de un académico, sino que siempre viene después de que han acreditado testimonialmente que esa palabra ha irrumpido, que tiene un uso en un territorio amplio y con un índice de frecuencia elevado.

Y estas son las palabras que ni te imaginas que la RAE acepta…

Papichulo: Procedente de Paraguay, México y Puerto Rico, este coloquialismo hace referencia a un hombre que, por su atractivo físico, es objeto de deseo.

Amigovio: La RAE contempla este término como la persona que mantiene una relación íntima con otra pero sin llegar a ser tan formal como un noviazgo.

Cuarentenar (o cuarentenear): Pasar una cuarentena o poner a alguien en cuarentena.

Covidiota: Persona que se niega a cumplir las normas sanitarias dictadas para evitar el contagio del COVID.

Almóndigas: Si alguna vez escuchaste a alguien decir que prepararía “almóndigas con salsa roja” y lo corregiste, tememos decirte que cometiste un error. Aunque la RAE la considera una palabra en desuso y un vulgarismo, eso no significa que decirla esté mal.

Otubre: Vulgarismo de octubre, el décimo mes del año.

Dotor, dotora: Es una variante antigua (en el diccionario desde 1732), que hoy pervive como forma vulgar y así se indica.

Descambiar: Frecuente en la lengua coloquial para referirse a la devolución de una compra, también ha pasado a ser aceptada por la RAE, cuando lo lógico sería decir cambiar una prenda y no descambiar. Pero la unión hace la fuerza, y el extendido uso de la segunda casi ha eliminado el empleo de la primera.

Arremangarse: Ya sabemos que suena raro, pero esta palabra también es válida con “a”, aunque remangarse- recoger hacia arriba las mangas o la ropa -está más extendida.

Murciégalo: No solo está bien utilizada sino que es la forma original de la palabra murciélago.

Haiga: Pero solo como sustantivo coloquial, referido a un «automóvil muy grande y ostentoso , normalmente de origen norteamericano». El subjuntivo de haber empezó siendo «haiga», igual que caiga es el de caer, pero hizo su cambio en la Edad Media.

Bizarro: Originalmente, valiente, aguerrido, lucido y airoso. En los últimos tiempos, se ha hecho habitual su uso como raro o extravagante, que está copiado del inglés y del francés.

Agendar: La RAE dice que es un neologismo válido. Esta palabra se intentó buscar, por ejemplo, nada menos que 2,945 veces en el diccionario, como se puede comprobar con la herramienta Registro de consultas de Enclave RAE. Además, el verbo está justificado morfológicamente, pues es un derivado bien formado de agenda. Por lo tanto, es normal que se acepte.

Apagafuegos: Persona que apaga fuegos o que es capaz de hacer menor la intensidad de un conflicto o de una situación problemática.

Ño: Proveniente de señor, se considera en algunos países latinoamericanos el tratamiento que se antepone al nombre de un hombre.

Accesar: Proviene del inglés to access, se considera válido con el significado de ‘tener acceso a algo, especialmente a datos contenidos en un sistema informático

Ñáñaras: A pesar de que no existe una definición etimológica, la palabra en México está relacionada con el miedo o pensamiento de incertidumbre algo. Es un aporte de México al español, al igual que VALEMADRISMO / VALEMADRISTA.

Finde: Es un acortamiento de «fin de semana» propio del habla coloquial, que no hay por qué considerar incorrecto

Chusmear: Este es un verbo que se usa coloquialmente en Argentina, Paraguay y Uruguay. La RAE le da 3 acepciones, aunque la primera y la tercera son bastante similares. 1. «Hablar con indiscreción o malicia de alguien o de sus asuntos». 2. «Husmear, figar, curiosear». 3. «Contar algo con indiscreción o malicia».

Clicar: En informática, hacer clic en una zona interactiva de la pantalla. Clicar en la ventana. Clicar en la opción de «pagar»

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