¿Cómo ser buen líder en tu chamba?

Porque ser líder de un equipo no es escupir órdenes a lo loco, te ayudamos a ser el MEJOR

Llevas años y años trabajando para subir de puesto y tu jefe se dio cuenta. Pero a la hora de que te asignan tus responsabilidades ves que la mitad de tu nueva chamba es ser líder y llevar por buen camino a un equipo de gente que no se parece nada entre sí, algo que nunca te había tocado. Y es que sin importar si es un equipo nuevo conformado por ti, uno que te heredaron o uno del cual tú mismo saliste, puede dar mucho miedo. Te ayudamos a romperla desde el día uno.

HAZTE UN TIEMPO PARA LIDERAR

Sabemos que con esta vienen también muchas otras responsabilidades, pero si no sueltas lo que hay que “hacer-hacer”, no vas a tener el tiempo para ser líder. Por eso tienes que renegociar ciertas responsabilidades y hacer tiempo para la parte de la gente.

CONOCE A TU EQUIPO

Esta ahora es tu gente y lo que hagan bien o mal se verá reflejado en ti, pero si no los conoces no vas a saber de qué pata cojean y en qué son realmente brillantes. Por eso en los primeros días de tu nueva posición vas a necesitar darte un tiempo para conocerlos antes de ponerte a mover las piezas. Haz citas con cada uno y no hables, ESCUCHA, pon mucha atención a lo que quieren, aspiran, lo que los mueve, incluso lo que no soportan y lo que les da miedo, para que puedas definir qué puedes obtener de cada uno.

¡COMUNICACIÓN!

Ya sabes que al que no habla Dios no lo oye. No quieras que te lean la mente ni andes probando a ver cuánta iniciativa tienen. Un equipo necesita claridad: quién hace qué, por qué y para cuándo. Y como dijimos en el punto anterior, escucha, la comunicación tiene que ser de dos vías. Hazles saber que tu puerta está abierta para escuchar sus ideas, dudas y sugerencias (sin que crean que esto es comunismo, tampoco). 

GUÍA CON EL EJEMPLO

¿Eres fan de la puntualidad? Sé siempre el primero en llegar. ¿Quieres un grupo cercano? Júntate con ellos a comer. No puedes exigir cosas que no estás dispuesto a dar tú, todo lo que digas y hagas tiene un impacto en el equipo. Trata a todos con respeto y sin mostrar favoritismos, y haz lo mismo con otras áreas de la empresa.

RECONOCE ÉXITOS Y ERRORES

Cuando alguien haga algo digno de felicitar, hazlo públicamente. No se trata de felicitar a tus contadores cada que hagan una suma, pero sí es importante que se celebren los pequeños logros para que el equipo se sienta visto, reconocido y, por lo tanto, motivado.

DE-LE-GA

No hay peor líder que el que quiere hacer todo por sí mismo. Aunque tú no hayas escogido a cada uno de los miembros del equipo, tienes que confiar en que son capaces de hacer su trabajo, por algo están ahí (ya si no cumplen será otra historia). No puedes llegar desde el día uno asumiendo que no van a saber hacer todo lo que tú puedes hacer con los ojos cerrados. Lo importante es que cada uno sepa qué se espera de él/ella. Y que si algo sale mal, sea una oportunidad para aprender en vez de que te lo eches tú al plato pa’ acabar rápido.

SÉ FIRME

No tengas miedo de tomar decisiones o llamarle la atención a alguien cuando sea necesario. Es importante que el equipo no vea que te tiembla la mano a la hora de tomar una decisión importante, que sepan que pueden confiar en ti cuando ellos tengan alguna duda y que vean que sabes lo que estás haciendo. Aunque esto no siempre sea cierto.

¡DISFRÚTALO!

Seguramente trabajaste muy duro para llegar a donde estás, entonces no sufras. Manejar gente es muy difícil y seguramente te encontrarás con personalidades que no son muy afines a ti, pero vas a ver que es muy gratificante ser la mamá de los pollitos. 

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