¡Ay qué nervios!

Si eres el que aplica: pídeme lo que sea menos hablar en público, esto es para ti

Compartir

Lo sabemos bien, es muy difícil oír que alguien traduzca con palabras lo que siente de verdad cuando le piden que hable en público o frente a una cámara: miedo escénico, temor, terror, angustia, ansiedad, congoja, olvido…, pero todos llaman a esa sensación: nervios.

Ni modo, hoy para darse a conocer, para ascender, para lograr posiciones hay que hablar bien en público, sin disculparse ni justificarse.

Checa: ¿Cómo le hago para hablar mejor? 

No te atormentes, Jürg Studer supone que lo que muchos autores han dado en llamar miedo escénico, se trata de uno de los mayores miedos del ser humano, que suele manifestarse como palpitaciones, sonrojo, sudores fríos, garganta seca, agarrotamientos musculares o voz temblorosa, fíjate, no eres el único.

También te interesa: 12 puntos para armarla en tu presentación

Si sigues este método, el método ANOCOVEDEP puedes disminuir la tensión y conseguir cuando menos no hacer el ridículo lo próxima vez.

Anticípate.
• Visita o imagina el lugar donde hablarás.
¿Sala, salón, auditorio, restaurante, patio, al aire libre, tapado?, ¿estarás parada, sentado, hay podium?, ¿puedes proyectar o hay mucha luz?, ¿cómo es?
• Imagina las circunstancias, pregunta.
¿Cómo te debes vestir?, ¿quiénes van a estar?, ¿quién viene antes que tú, quién después?, ¿te presentas o te van a presentar?

Organízate.
Llega a tiempo y ponte listo para cuando te toque.
Si decidiste que tu presentación, conferencia, intervención, participación, discurso, estén apoyados por material en papel, en pantalla, en sonido, en modelo, organízalo y checa que esté, que funcione, que corra.

Concéntrate.
A lo que vas, en lo que estás, no dejes que te distraigan, no te distraigas. Dicen que concentrarse es fijar un punto en la mente y no apartarse de él.

Ventílate.
Respira, respira, respira, más oxígeno en la sangre; más sangre corriendo a través de los músculos; músculos menos tensos; nervios más liberados.

Decídete.
Si ya te tocó o ya aceptaste, entonces decide controlarte y hacerlo bien Tú decides entre la cascada de muletillas, silencios, palabras absurdas, justificaciones, excusas o fluidez, elocuencia y aplomo.

Proyéctate.
Hoy la proyección personal se entiende también como automarketing, no te aflijas ni te aflojes, no le saques, proyecta quien eres y lúcete. Y que nadie te quite el micrófono. 

ANOCOVEDEP es la clave, hablar en público no es un asunto de valor, temeridad o timidez, es un asunto de cuánto se quiere, se tiene o se necesita expresar para convencer y persuadir a los demás.

Aprovecha las oportunidades, no lo arruines chillando con el pretexto de me pongo muy nervioso, me impone la gente. ¿Quieres subir?, habla sin miedo.

Así te vendes en 30 segundos. 

 

¿Te gustó esta nota? Califícala

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (1 votes, average: 5.00 out of 5)
Loading...

Sé el primero en comentar este artículo

Dejar una respuesta