20 skills para convertirte en una súper estrella godín

Y es que ser buen empleado es como ser una buena persona, hay muchas formas de serlo

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Estas habilidades te ayudarán, por lo menos, a que tu ida al trabajo no sea un suplicio o hasta a convertirte en una súper estrella godín.

1. Adaptabilidad
Si no nos preparamos para el cambio, y sobre todo el cambio repentino, estamos fallando. Es un gran error pensar que lo que parece estático realmente lo es. Es comprensible que el cambio nos cause miedo o hasta desconfianza, pero es básico para fluir bien en el trabajo saber que la única constante es el cambio.

2. Calma
A veces nos volvemos locos, queremos romper algo o gritamos porque en el fondo somos optimistas, ¿¡Cómo!? Así es. Creemos que reaccionar así puede cambiar algo que no nos gusta, por eso solo los pesimistas pueden permanecer calmados. Tenemos que ser estoicos: aceptar que no tenemos control sobre ciertas cosas, pero sí sobre nuestra actitud hacia ellas. Solo así podremos mantener la calma y hacer que los demás nos vean en paz.

3. Charm
No hay de otra. Te tienes que vender. La cosa no es ser un infomercial que vende productos milagro. Cualquier venta exitosa tiene como fondo vender virtudes reales y la confianza de que son suficientes, por eso no es fácil hacerlo, necesitas mucha confianza en ti mismo. Solo recuerda que lo extraordinario suele ser demasiado bueno para ser verdad, mejor di solo la verdad.

4. Comunicación
Los seres humanos han hecho de tooodo para estar siempre bien comunicados, pero a niveles de inteligencia emocional no estamos muy bien equipados. Necesitas entenderte a ti mismo y conocerte, saber hacerte escuchar pero también tener la mente abierta para escuchar a l otro, y no olvidar que los otros no leen la mente. Somos pésimos comunicadores porque nos negamos a aceptar la necesidad y complejidad del acto de comunicarnos. Pero siempre acuérdate que al que no habla, Dios no lo oye.

5. Confianza
Pensamos que podemos perder nuestra dignidad al hacer algo diferente y mejor nos escondemos. Creemos que nuestra dignidad está atada a lo que otros piensan de nosotros, pero más bien es lo que nosotros pensamos que los otros piensan de nosotros… ¿¡Qué!? Pues no queremos quedar en ridículo en cosas que a los demás les valen. Realmente no tenemos nada que perder y que, en una de esas, las cosas salen como queremos. El otro graaan enemigo de la confianza es el síndrome del impostor.

6. Creatividad
Ya hemos hablado de la falsa idea que tenemos de esta habilidad; creemos que es pintar, hacer música y demás, y en realidad solo significa pensar diferente para solucionar un problema. EL QUE SEA. Eso de que alguien es “un creativo” es una falsedad, la creatividad útil es aquella que ayuda a un negocio o empresa a entrar en la mente de sus consumidores de forma acertada y poderosa. Por ejemplo, una compañía de teléfonos no vende teléfonos, vende comunicación, entonces una persona creativa buscará vender distintas formas de comunicación.

7. Firmeza
La indecisión arruina todo, ¡TODO! Creemos que hay forma de hacer las cosas sin errores, entonces nos bloqueamos porque no conocemos esa forma y dudamos por miedo a equivocarnos. Las personas indecisas suelen ser perfeccionistas, entonces se torturan pensando que las personas exitosas lo fueron al primer intento y no es así. Hay que aprender a conformarnos con un “suficientemente bueno”, alejarnos de la idealización y ponernos manos a la obra.

8. Diplomacia
Para lograr algo no se necesita armar un revuelo, sino tener la capacidad de evitar el conflicto y llegar a acuerdos. Muchas veces “peleamos” por nuestro punto porque pensamos que solo así nos van a respetar y no estamos dispuestos a ceder. Pero una persona diplomática sabe que pedir las cosas esperando que el otro cambie, no funciona. Es mejor hacerle un pequeño cumplido y “ofenderte” un poco a ti mismo, “yo sé que yo tal y tal, por eso me encantaría que tú, como eres tal, me ayudes con esto”. Sé amable, realista y directo, vas a conseguir más.

9. Efectividad
Ya sabemos que las buenas intenciones no son suficientes, lo importante es el resultado. Así que no solamente se trata de trabajar duro, sino de entregar resultados. Esto va de la mano con la confianza para dejar de procrastinar, para buscar atajos que nos permitan entregar la chamba bien y a tiempo. Para eso sí necesitas creatividad y ser un poco soñador para que se te ocurran formas creativas de hacer las cosas como se debe.

10. Elocuencia
Poner tus ideas en orden es básico a la hora de ser charming, de hacerte entender y, de paso, no ser sospechoso. La mayoría estamos bien preparados, sabemos qué queremos proyectar, hemos hecho el trabajo y… llegamos a la presentación con el jefe máximo y lo que sale de nuestra boca no tiene ningún sentido. Ser elocuente para nada tiene que ver con usar palabras rebuscadas, de hecho, adornarnos mucho puede esconder

11. Empatía
Pensamos que es “ponernos en los zapatos del otro”, cuando más bien se trata de adentrarnos en nuestro propio ser y usar nuestra experiencia para tratar de entender al otro y reconocer en él un eco de nuestra historia. En vez de juzgar a alguien con quien tienes un conflicto, haz el ejercicio de ponerte en el papel de su abogado defensor y entender el porqué de su “crimen” y verás que no es tan fácil ser empático.

12. Emprendimiento
Aunque a veces pensemos que todo ha sido inventado y que no hay lugar para otra cosa, es básicamente imposible que eso suceda. ¿O a poco alguien creía que necesitaba unos audífonos inalámbricos o un coche que no usara gasolina? Las necesidades de los seres humanos son casi infinitas, así que nuestras ideas nunca caerán en saco roto. Busca siempre ofrecer soluciones innovadoras que le ayuden a la empresa en donde trabajas.

13. Innovación
Se piensa que un buen negocio complace las necesidades de un cliente y ya. Pero el chiste es también ofrecerle algo que no sabía que necesitaba. Recuerda que los deseos y necesidades de las personas cambian todo el tiempo, desde la ropa en distintas temporadas hasta lo que nos gusta comer dependiendo de nuestra edad. Siempre hay lugar para algo nuevo, solo hay que poner atención.

14. Liderazgo
Cuando te conviertes en líder algunas partes de ti se tienen que guardar en una bodega. Y es que para ser un buen líder tienes que alejarte un poquito de los “mortales” sin dejar de ser uno de ellos. ¿Complicado? Claro. ¿Imposible? Cero. Una queja recurrente en las chambas es que los líderes se olvidan de cómo es estar abajo. Por eso, que tu ejemplo sea Jesús comiendo con sus discípulos, todos saben que es el hijo de Dios, pero eso no le impide sentarse a la mesa con ellos. Nadie dijo que era fácil, pero si Jesucristo siendo perseguido pudo, tú también.

15. Objetividad
Sin dejar de lado todas las casualidades que tiene nuestro cerebro, también tiene muuuchas fallas. Entre ellas que, en lugar de analizar cada situación como algo nuevo, lo hace de acuerdo a una experiencia previa. El cerebro también toma decisiones demasiado rápido, es apasionado y no le gusta oír problemas, es sumamente egocéntrico y se toma todo personal. Y en una chamba sabes que todo esto te perjudica. Estar al tanto de esto es el primer paso para tratar de ser mucho más objetivos y evitarnos mil broncas.

16. Playfullness
Otro error que cometemos a la hora de estar en la oficina es ser toda seriedad, cuando estamos en un mood juguetón no nos importa cometer errores y podemos pensar fuera de la caja. Cuando somos toda seriedad y reglas, no se nos ocurren cosas originales, en cambio, cuando chacoteamos, surgen todo tipo de ideas que a la larga resultan más útiles que cualquier junta. Si no, pregúntenle a todo el staff de esta revista.

17. Propósito
Si solo vas a trabajar por el dinero, tienes un problema. Nunca lo vas a ver más que como una tarea mecánica y aburrida.. Una chamba con propósito es una en la que haces algún servicio: ya sea reducir el sufrimiento de alguien más (una enfermera) o incrementar su placer (un mesero). Así de sencillo, no necesitas cambiar vidas, solamente mejorar el día de una sola persona. En algunos lugares puede ser difícil detectar tu propósito por ser maquinarias enormes y lentas, pero son muy pocos los trabajos en los que no beneficias eventualmente, a alguien más con tu aportación.

18. Resiliencia
Al cerebro le encanta hacerse el frágil, per podemos con mucho más de lo que creemos. Hemos hablado ya de la importancia de la resiliencia en la vida diaria, pero en la oficina es importantísimo que podamos recuperarnos (rápido) de cualquier error, de regaños del jefe y hasta de perder nuestra chamba.

19. Self-awareness
Si todos nos conociéramos a nosotros mismos a fondo, sería mucho más sencillo evitar algunos de los problemas godínez del día a día. Creemos que cada uno sabe de qué pie cojea, cuando en realidad no tenemos claro ni quiénes somos. Busquemos conocernos para poder mostrarnos al mundo como somos y evitar, entonces, que el de cuentas por pagar esté adivinando si estamos enojados.

20. Supportiveness
Una oficina inteligente no debe asumir que hay seres humanos “normales” ni que todos vamos a ser amigos siempre. La realidad es que una empresa está llena de bichos raros, porque todos somos raros a nuestra manera. Más que buscar uniformidad (de hecho, es mejor alejarse de ese tipo de oficinas), es importante aceptar que somos diferentes y sentirnos apoyados con todo y nuestras rarezas sin tener que esconder lo que nos hace únicos.

 

 

 

 

 

 

Basado en el libro The Emotionally Intelligent Office de The School of Life 

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