Señales de que tu cuerpo no puede más del estrés

No estás en el ácido, pero andas cucho y crees que todos tus achaques tienen una explicación: “Me duele la mandíbula por los mugres chicles de ayer” o “Dormí súper chueco, por eso no aguanto el cuello”... te tenemos noticias, ¡tu cuerpo no puede más del estrés!

Compartir

Para la Organización Mundial de la Salud hay dos grandes epidemias que urge controlar: la soledad y el estrés. Los doctores sabemos cómo tratar las infecciones y los problemas metabólicos y cardiovasculares, pero este par de gigantes no se controlan solo con ganas. El que está estresado, es sedentario, no cuida su sueño ni lo que come, es más propenso a caer en adicciones y, peor aún, es común que no busque ayuda por eso.

SALVADOR Y TORMENTO

Al estrés hay que entenderlo como un arma de doble filo, porque por un lado nos ayuda a adaptarnos a los problemas que vivimos día a día; por ejemplo, si alguien nos ataca, según nuestra reacción de defensa, gana él o gano yo. Pero en los últimos años esas agresiones se han vuelto crónicas y no tenemos herramientas para responder ni sabemos cuánto tiempo van a durar. Por ejemplo, una hipoteca de 20 años, acoso en el trabajo o problemas matrimoniales que no tienen fecha de caducidad. Cuando ya no nos alcanzan nuestras herramientas, la mente, para protegerse, empieza a SOMATIZAR. O sea, escoge un órgano del cuerpo, usualmente uno que no tenemos al 100, y le envía la cantidad de estrés que ya no puede manejar.

PUE´QUE SEA ESTRÉS

Dependiendo de cada organismo será el órgano que se verá afectado. Estos son los padecimientos más frecuentes por exceso de estrés:

LUMBALGIA: te despiertas y cuando te paras sientes un jaloncito; ese dolor en la espalda baja se llama lumbalgia y es resultado de la presión sobre los músculos de la espalda y los ligamentos de la columna vertebral. Si va y viene, pero de manera constante, y se intensifica cuando te sientes alterado o con presión, su origen puede ser el estrés.

¿CÓMO AYUDO? Cuando sientas tensión en la espalda da una caminata de cinco minutos para no estar en la misma posición por mucho tiempo. Hay cosas que puedes evitar como bolsas muy pesadas o zapatos incómodos. Busca nuestra nota web “Hábitos que están destruyendo tu espalda” en revistamoi.com.

INTESTINO IRRITABLE, GASTRITIS Y COLITIS: cólicos, dolor abdominal, inflamación, gases, diarrea o estreñimiento, que aparecen cuando tienes una entrega, una pelea con tu pareja o recibes una mala noticia… sí, es estrés. En el aparato digestivo también hay nervios, y cuando el cerebro está estresado, las señales entre ambos están mal coordinadas y pueden alterar el proceso digestivo, lo que genera todos esos síntomas.

¿CÓMO AYUDO? Si sabes que vas a tener un día estresante ni se te ocurra comerte esos chilaquiles con salsa, nada de irritantes
o cosas muy grasosas. También prueba tomar agua alcalina o lee nuestra nota web “3 jugos para limpiar tu colon”.

DOLOR DE CABEZA Y MI- GRAÑA: aunque creas que tu migraña es por alguna enfermedad, quizá formes par- te del 80% de las personas que la tiene por estar en un ambiente de presión. Cuando estás estresado, los músculos cercanos a la cabeza, como el esternocleido mastoideo, se tensan y eso causa el horrendo dolor de cabeza. ¿CÓMO AYUDO? Intenta meditar en la mañana y evita alimentos con mucha azúcar. Si vas a tomar, que sean destilados como mezcal o tequila; evita la cerveza y el vino tinto.

INCREMENTO EN LA PRESIÓN ARTERIAL: cuando estás bajo mucho estrés tu cuerpo produce una oleada de hormonas que aumentan temporal- mente la presión arterial. Esto hace que tu corazón lata más rápido y que los vasos sanguíneos se estrechen. ¿CÓMO AYUDO? Reduce alcohol, sodio y cafeína de tu dieta y haz ejercicio regularmente.

BRUXISMO: un trastorno en el que rechinas, crujes o aprietas los dientes de manera inconsciente mientras duermes (nocturno) o en el día (diurno). Si no te lo tratas puede deformarte la mandíbula, causarte dolores de cabeza, daños en los dientes y otros problemas. ¿CÓMO AYUDO? Hay ejercicios que te pueden ayudar, por ejemplo: saca tu mandíbula, cubre tu labio superior con el inferior y sonríe. Después vuelve a tu posición normal y repite. Llena la boca de aire, suéltalo y repite.

INSOMNIO: ¿Te pasas horas en la cama pensando en esos problemas que te estresan durante el día? Y cuando por fin puedes dormir siempre sueñas con ellos. Tu estrés te está provocando insomnio. ¿CÓMO AYUDO? La respiración es tu aliada, acuéstate con una almohada bajo las rodillas y pon una mano en el pecho y la otra en la panza, inhala dos segundos por la nariz y que el estómago se infle más que el pecho. Cuando saques el aire, aprieta tu panza empujando el diafragma y que salga el aire. Eso te relaja y el sueño llega más fácil.

DISFUNCIÓN ERÉCTIL: el estrés interfiere con la función de tu cerebro para que a la hora de cooperar no tengas una erección. ¿CÓMO AYUDO? Elimina el cigarro de tu vida y en días de acción evita a toda costa tomar alcohol. También, una respiración controlada y consciente te pone al tanto de tus sensaciones y, por lo mismo, de la respuesta sexual.

AYÚDAME A AYUDARME

Cuando sentimos cualquier molestia, lo primero que hacemos es empastillarnos, pero si tú o tu doctor identifican que más bien estás somatizando, lo primero es regular tu estrés:

PASO 1

• Embrace it.
Entiende una cosa: no existe la vida sin estrés. Ese Nirvana es imaginario y tienes que borrarlo y hacer las paces con la presión diaria.

PASO 2

• Piensa en el estrés como en una balanza.
De un lado están las cosas malas, pero es responsabilidad tuya completar el otro lado con situaciones placenteras que te tienes que dar. Quitar el estrés no se puede, equilibrarlo sí. Busca con qué llenar esa balanza: salir con tus amigos, inscribirte a clases de baile, ir al cine entre semana…

PASO 3

• Ve la big picture.
A la mente hay que entrenarla como a cualquier otro músculo. Cuando seas capaz de ver lo minúsculas que son algunas broncas, te vas a dejar de ahogar en un vaso de agua y tu estrés va a empezar a bajar.

PASO 4

• Aquí y ahora.
Casi todo el estrés es producto del futureo o de estar pensando en cosas del pasado que ya no puedes cambiar. Enséñale a tu mente a estar presente en el ahora. Si estás en una junta, no dejes que se vaya a tus diez millones de pendientes.

¿Te gustó esta nota? Califícala

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (42 votes, average: 4.43 out of 5)
Loading...
Compartir

Sé el primero en comentar este artículo

Dejar una respuesta