Lo que no sabías sobre la congelación de óvulos

¿Qué es, cómo funciona y por qué la congelación de óvulos podría ser una opción para ti?

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Actualmente hemos aplazado cada vez más tener hijos y los hombres no tienen bronca, pero las mujeres sí tienen que tomar cartas en el asunto para que no se les vaya el tren.

Una de las opciones es la congelación de óvulos, ¿qué es y cómo funciona?

 

 

  1. Las mujeres nacen con todos los óvulos que van a tener durante su vida, aproximadamente un millón. Con los años, esos ovocitos se van perdiendo de manera natural. De hecho, a partir de los 35 años de edad, 90% de los óvulos comienzan a reducir en cantidad y calidad, haciendo más difícil embarazarse.
  2. En cada ciclo menstrual el cuerpo destina entre 20 y 50 ovocitos para la ovulación. De esos, suele ovular uno, que es el que alcanza mayor madurez. El resto se muere y el cuerpo los destruye en un proceso que se llama atresia. En un proceso de congelación de óvulos se somete a la mujer a un tratamiento de estimulación hormonal para tratar de recuperar todos esos ovocitos antes de que el cuerpo los destruya.
  3. Existen distintas técnicas de reproducción asistida, entre ellas la congelación de óvulos y se hace por varios métodos, aunque el más utilizado es la vitrificación porque impide la formación de cristales de hielo que puedan dañar los óvulos (la tasa de supervivencia de los ovocitos con este proceso es del 90%).
  4. ¿Cómo funciona? Antes de iniciar el proceso, el doctor hace una serie de estudios para detectar cualquier anomalía: ultrasonido transvaginal para contar los folículos antrales (reserva ovárica), química sanguínea y un perfil hormonal para definir con más precisión la capacidad que tienen los ovarios para poder generar folículos, que son los sacos donde se encuentran los óvulos inmaduros. Se realiza un proceso de estimulación ovárica a través de un tratamiento hormonal, que consiste en una inyección subcutánea diaria durante unos 10 o 12 días para que el ovario fabrique más óvulos en el mismo tiempo. A las 36 horas de haber constatado que están maduros (que tienen el tamaño adecuado), se extraen en quirófano mediante una punción vía vaginal, que suele durar menos de 15 minutos y se congelan (no caducan, por eso pueden permanecer así indefinidamente, sin que el tiempo afecte a su calidad). Una vez desvitrificados, los ovocitos se fecundan con semen para obtener los embriones y transferirlos al útero mediante las técnicas de fecundación in vitro (los espermatozoides y el óvulo se colocan en un medio de cultivo simple con glucosa durante 18 horas para que ocurra la fecundación) o la microinyección espermática (se inyectan los espermatozoides con una microaguja en el núcleo del ovocito).
  5. En un ciclo de tratamiento de congelación bueno se pueden obtener unos 15 o 20 ovocitos, dependiendo de la edad y de la reserva ovárica de la mujer, que después se congelan en grupo.
  6. Lo ideal es congelar los óvulos antes de los 30 años y como tope máximo los 35, por eso los doctores dicen que un óvulo congelado a los 33 años es mejor que uno “fresco” a los 40.
  7. ¿Qué tanto éxito tiene? Una mujer de 41-42 años, con 10 ovocitos congelados, tiene 25% de posibilidades de tener al menos un hijo con ese grupo de ovocitos. Una mujer de 35-37 años, con 10 ovocitos congelados, tiene un 50% de posibilidades de tener al menos un hijo. Una mujer de 30-34 años con 24 ovocitos congelados tiene una posibilidad del 90%de tener al menos un hijo de ese grupo de ovocitos, y un 50% de tener al menos un segundo hijo con esos mismos ovocitos.
  8. ¿Qué pasa si no los quiero usar? Todas las mujeres que se someten a uno de estos tratamientos deben firmar documentos en los que se especifique cómo se van a usar, si se tienen que guardar por x tiempo, si los pueden usar solas o en pareja, donar o desechar.
  9. ¿Cuántos óvulos necesito congelar? No existe un número que garantice el embarazo, pero varios estudios calculan que entre 15 y 20 tienen un 80% de éxito10.  ¿Tiene efectos secundarios? Algunos. Uno de los más importantes es el síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO), que ocurre por la combinación de niveles elevados de estradiol en sangre (la hormona esteroide sexual femenina) con la hormona b-HCG recombinante (usada para desencadenar la ovulación), y que provoca inflamación abdominal y retención de líquidos.

 

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